Tras la asistencia en España de Brahim Ghali, la crisis diplomática entre ambos países quedará superada con esta visita de Sánchez a Rabat
La visita de Pedro Sánchez a Marruecos supondrá la escenificación del fin de una crisis diplomática que en unos días cumplirá un año. El 18 de abril de 2021, España atendía en el Hospital de Logroño a Brahim Ghali, líder del Frente Polisario. Esta decisión no fue vista con buenos ojos por parte de las autoridades marroquíes.
Días después, Marruecos convocaba de urgencia al embajador español en Rabat y retiraba a su embajadora de Madrid. Expresaba así su malestar a que España acogiera al líder del Frente Polisario, la autoridad del movimiento que reclama la autodeterminación del Sáhara frente a Rabat. Un mes después ocurría esto.
Las autoridades marroquíes alentaban un mes después el asalto a la frontera con Ceuta. Cerca de 8.000 personas, entre ellos, cientos de niños, cruzan a territorio español.
Durante más de diez meses, las relaciones bilaterales entre ambos países permanecieron rotas, hasta que el pasado 14 de marzo el presidente del Gobierno remite una carta a Mohamed VI.
España defendía que la propuesta de Marruecos de un plan de autonomía para el Sáhara, pero bajo la autoridad de Rabat, era la solución más seria y creíble para resolver el conflicto. A partir de ahí, comenzaba una nueva etapa que este jueves se ratifica con la visita del presidente español a Rabat.