En Fuerteventura, 13 militares del Ejercicio Maxorata perdieron la vida en un salto paracaidista en 1972. Este jueves se les ha rendido homenaje
Se conmemoran 50 años del accidente en el que murieron 13 militares en un salto paracaidista dentro del Ejercicio Maxorata en la zona de Tefía en Fuerteventura. Este jueves se ha llevado a cabo un homenaje militar a las víctimas.
El accidente se produjo por las fuertes ráfagas de viento que arrastraron a los paracaidistas a una zona rocosa el 11 de abril de 1972. Esa misma mañana habían comenzado estas maniobras militares con el nombre de «Maxorata-72».
Desfiles militares, oraciones en honor a los caídos y homenajes florales han servido para recordar a los fallecidos. También estaba previsto un salto en paracaídas que se ha cancelado debido a las condiciones meteorológicas.
El jefe del Mando de Canarias del Ejército de Tierra, el teniente general Alejandro Escámez, junto al delegado del Gobierno en las islas, Anselmo Pestana, han presidido el acto. Un acto que ha contado con la presencia de representantes de la Asociación de Veteranos Paracaidistas de Canarias (Vepacan).
Pestana ha reconocido a los periodistas que ha sido un acto «muy emotivo». Además, ha subrayado la importancia de «seguir haciéndolo y reconociendo a las personas que murieron en unas maniobras militares».
En el homenaje ha participado la Compañía de Honores del Batallón de Infantería Protegida «Fuerteventura» 1/9 (BIPROT 1/9) del Regimiento de Infantería Soria 9 y una Escuadra de Gastadores de la BRIPAC.
Carmen Olmedo, viuda del sargento Francisco Lozano Conejero, ha sido la encargada de depositar una corona de flores sobre el monolito ubicado en los Llanos de Muchichafe. Un monolito que recuerda a las víctimas de aquel accidente desde septiembre de 1973.
Homenaje a los encargados de socorrer a los heridos
Los vecinos mayores de Tefía aún recuerdan aquella catástrofe. La mayoría de los que ayudaron a salvar vidas ya han fallecido. Es el caso del ganadero Fernando Peña, que con la ayuda de una navaja cortaba las cuerdas de los paracaídas.
Su hermano Alfredo Peña y el hijo de este, León, han seguido en primera fila el homenaje militar a los caídos en Tefía. Ellos también ayudaron a salvar vidas durante la mañana del 11 de abril de 1972.
El accidente sorprendió a una Fuerteventura aún dedicada al campo y sin apenas medios ni personal sanitario. Los médicos encargados de organizar el dispositivo sanitario también han sido recordados durante el acto de homenaje. Sus nombres: Arístides Hernández, Santiago Santander y Pedro Bosch.
Los heridos más graves fueron trasladados en avión a Gran Canaria. Otros, al hospital majorero en ambulancias y coches militares. Incluso llegó a realizarse una llamada de socorro a la población para solicitar sangre. Una solicitud a la que la sociedad majorera no tardó en responder.