Las primeras autorizaciones para buscar petróleo en Canarias fueron en 2001. En esa fecha comenzó la lucha judicial entre las instituciones de las islas y el Estado por las prospecciones petrolíferas
Continúa el debate en Canarias por el anuncio hecho por Marruecos de llevar a cabo prospecciones petrolíferas en la costa de Tarfaya. El Estatuto de Autonomía de Canarias delimita las aguas de las islas pero según el Derecho Internacional, el concepto de aguas territoriales canarias no existe.
Las aguas pertenecen a los estados, o son de Marruecos o son de España. El mar territorial comprende 12 millas contadas desde la línea de la costa y la zona económica exclusiva de cada país abarca 200 millas, según la convención de Naciones Unidas sobre el derecho del mar de 1982.
Negociaciones España-Marruecos
Algunos expertos no confían demasiado en que las negociaciones actuales de España con Marruecos beneficien a nuestro país.
Marruecos probablemente comenzará las prospecciones sin que hayan sido establecidas las fronteras marítimas con España. Un hecho que preocupa porque también en aguas consideradas canarias habría yacimientos que podrían interesar al país vecino.
Las primeras autorizaciones para buscar petróleo en Canarias se dan en 2001. Arranca entonces la lucha judicial entre instituciones de las islas y el Estado. El proyecto se paraliza hasta 2012, cuando se reactiva.
Ya en 2013, el Constitucional sentencia que las competencias para autorizar prospecciones son del Estado. Mientras, Gobierno canario y ecologistas hace un frente común y los gobiernos de Marruecos y España trazan una línea imaginaria para explotar los recursos. La Delegación del Gobierno en Canarias recibe 2.600 alegaciones. La iniciativa sigue. Nada detiene la búsqueda.
Consulta ciudadana y protestas
Canarias anuncia una consulta ciudadana para el 23 de noviembre, pero se la suspende el Tribunal Constitucional. Siguen las protestas, con una activista de Greenpeace herida, Se multiplican las manifestaciones.
El 18 de noviembre de 2014, Repsol comienza a perforar. Cincuenta y un días después, desiste. Hay petróleo y gas pero saturados de agua. La compañía asegura que no es rentable. Es el punto y seguido de una historia que ahora, por parte de Marruecos, podría tener continuación.