El barrio de La Isleta pierde su esencia entre casas vacías y solares abandonados

La Isleta viven una doble y contradictoria realidad: mientras, cada vez es más prohibitivo, hay una gran cantidad de viviendas cerradas, locales sin actividad y solares sin desarrollar

Informa: Antonio José Fernández / Fran Medina / Elena Pulido / Juan Nemesio / Alexis Pulido

Las calles del histórico barrio de la Isleta viven una doble y contradictoria realidad. Por un lado, es cada vez más prohibitivo. Por otro, hay una gran cantidad de viviendas vacías o en estado de ruina y solares abandonados.

Un equipo de los Servicios Informativos de Televisión Canaria ha hecho una exhaustiva radiografía del barrio tras recorrer a pie sus 115 calles. En concreto hay 248 viviendas totalmente cerradas, tapiadas con cadenas o candados, 424 locales cerrados y casi 100 solares sin desarrollar.

El barrio de La Isleta pierde su esencia entre casas vacías y solares abandonados
Un solar en estado de abandono en La Isleta / RTVC

La tristeza de los vecinos

Buscamos respuesta entre los vecinos. La Isleta fue siempre la casa de una gran familia, de gente solidaria, devotas de su virgen y amantes del mar. El barrio tiene una cara amable y colorida, pero también otra diferente protagonizada por el abandono actual de tantos inmuebles.

Algunos explican que esas casas son de vecinos que han fallecido cuyas familias las han heredado, mientras otros a su vez sienten tristeza por la situación del barrio.

Nuevas alternativas

Algunos inmuebles han experimentado un pequeño desarrollo. En algunos puntos del barrio han surgido pequeños hoteles urbanos o nuevas viviendas vacacionales cuya arquitectura moderniza la imagen del barrio.

Por otro lado, los cambios en el planeamiento han permitido ganar en altura y que crezcan edificios que acaban con la antigua fisonomía. Es renovarse o terminar de morir.

El tejido comercial también ha notado esta agonía. «¿Dónde están los indios? Eran los primeros que abrían, eran clientes nuestros fijos y se han tenido que marchar», se pregunta un vecino. Hace tres décadas eran multitud y hoy en día quedan vestigios de estas y otras colonias mercantiles. «Los barrios se están convirtiendo en zonas solitarias y con poco movimiento», explica otro vecino.

Conocer los planes del Ayuntamiento para la zona nos ha resultado imposible. Un entramado de calles, un enclave donde dominaron las fábricas, los cines y la lucha obrera, que, unido al resto de la isla por el istmo, quiere resucitar…

Noticias Relacionadas

Otras Noticias