En pleno debate de la futura Ley Canaria de Biodiversidad, cada vez son más las voces que piden soluciones a este grave problema
Sólo desde 2017 hasta ahora, más de 80 aves han muerto electrocutadas o por el impacto contra los tendidos eléctricos, muchos de ellos en peligro de extinción, como el cuervo. En pleno debate de la futura Ley Canaria de Biodiversidad, cada vez son más las voces que piden soluciones a este grave problema para la fauna silvestre.
Surcan el cielo entre tendidos eléctricos que, muchas veces, no logran esquivar. Es uno de los principales riesgos a los que se enfrenta la avifauna de las islas, si bien existen otros daños constatados, como la colisión y el enganche.