En un comunicado, el periodista Luis Roca señala que su acción no tiene ninguna justificación, pero considera que se ha publicado «un arsenal mediático» que ha «exagerado los hechos e incluso faltando a la verdad»
El periodista Luis Roca, condenado por un juez por un delito de maltrato de obra a una integrante del jurado del Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, Cristina Abreu; ha lamentado lo ocurrido y ha señalado que no tiene ninguna justificación la acción, aunque también ha hecho alusión al intento de magnificar el hecho por la otra parte «con un arsenal mediático brutal contra mi persona exagerando los hechos e
incluso faltando a la verdad».
El magistrado del Juzgado de Instrucción Número 7 de Las Palmas de Gran Canaria, Francisco Javier García, condenó al periodista Luis Roca Arencibia por un delito de maltrato de obra. El fallo de la sentencia recoge que el periodista deberá pagar una multa de 300 euros diarios, así como una indemnización a la perjudicada de 30 euros.
Una vez finalizado el proceso judicial, Luis Roca ha roto su silencio y, en un comunicado que envío el pasado 16 de abril a los medios, ha salido al paso a la vista de las publicaciones aparecidas en medios y redes sociales.
Comunicado de Luis Roca:
1. Lamento profundamente lo ocurrido. Tras lo sucedido, he esperado a que concluya el proceso judicial para romper mi silencio. Nada justifica lo que hice en un momento de arrebato, aún cuando haya sido mucho menos de lo que ha querido hacer creer la otra parte a través de un arsenal mediático brutal contra mi persona exagerando los hechos e incluso faltando a la verdad.
2. Desde un primer momento, y sin tan siquiera haberse celebrado juicio, he sido objeto de una serie de afirmaciones en prensa y redes sociales que no se ajustaban a la realidad, y aun hoy, ya con una sentencia firme, se continúan publicando. En particular, sigue produciéndose una evidente exageración de lo sucedido y hablándose de unas presuntas lesiones que en modo alguno se han producido. Me remito al contenido de la propia sentencia y, en especial, al parte médico del Servicio Canario de Salud, aportado por la propia denunciante en la comisaría, donde claramente consta que no se le apreció lesión alguna.
3. No puedo ni debo justificar mi conducta, de la cual estoy profundamente arrepentido, si bien es cierto que fue el resultado de un encuentro entre cuatro personas, después de dos años que vienen produciéndose hechos difamatorios y atentatorios contra el honor de mi mujer.
4. Es mi deseo y deber pedir perdón públicamente a Dña. Cristina Andreu Cuevas. Pero ello no es óbice para que discrepe abiertamente con el relato de hechos que ha estado dando en los medios de comunicación y que en modo alguno se corresponde ni con lo acaecido, ni con la conformidad alcanzada por las partes en sede judicial.
5. Es falso que golpeé a la Sra. Andreu con ambas manos tirándola de la silla al suelo, “ocasionando un estruendo parecido al de una bandeja que cae al suelo”, o que le di un puñetazo en el mentón, como da a entender una fotografía difundida reiteradamente por un periódico local, etc. Ni mucho menos fue un episodio como no se ve en las películas más violentas, como también he leído. Tampoco es cierto que la Sra. Andreu no me conoce. Fuimos presentados por mi esposa en 2018 en el festival de San Sebastián y realicé un reportaje sobre un programa de la asociación que preside para lo cual me desplacé a Madrid a un evento en que volvimos a coincidir.
6. Como la propia sentencia demuestra, no se trata, en absoluto, de un episodio de violencia machista ni de género, como se ha querido confundir en los comunicados difundidos a medios de comunicación. A raíz de los hechos se me ha estado tratando mediáticamente y en redes sociales de maltratador, machista y demás descalificaciones de desprecio y odio que no solo atentan contra mi derecho al honor, sino que causan, sobre todo, daño a mi familia, mi profesión y mi prestigio.
7. Agradezco la celeridad con que ha actuado la Justicia y que se haya dictado sentencia en menos de una semana, por el enorme daño que me ha estado causando la tergiversación de lo sucedido.
8. Agradezco a mi familia y tantísimos amigos y compañeros de profesión su apoyo y comprensión en estos días tan difíciles. Y debo añadir también que agradezco la actuación de todas las partes en sede judicial, donde los hechos fueron calificados y sancionados de acuerdo a lo verdaderamente acaecido, teniendo como consecuencia la condena más baja de las previstas en el código penal para este tipo de actos.