Escritores de distintas generaciones se unen para acercar sus experiencias a los mayores de Canarias

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Este proyecto está a disposición de cualquier persona en acceso libre y gratuito en redes sociales

Los escritores Isabel Medina, Alberto Omar Walls, Aida González Rossi, Yeray Barroso y Yurena González han grabado piezas audiovisuales para acercar sus experiencias personales, microrrelatos y poemas a las personas mayores de Canarias.

Se trata de un proyecto promovido por la Asociación de Mayores de la Universidad de La Laguna que tiene como objetivo unir a escritores de distintas generaciones propiciando el aprendizaje y el conocimiento mutuo, al tiempo que ofrece a las personas mayores actividades para que recuperen cierto acompañamiento, según explica en un comunicado.

Para ello ha puesto en marcha el proyecto «Semilla Literaria. Sembrando la literatura en las personas mayores» y en el que jóvenes escritores que han alcanzado ya un nivel de reconocimiento dentro de las letras canarias se han reunido con escritores con una trayectoria sólida, propiciando que ambos colectivos se retroalimenten de sus expectativas y conocimientos mutuos.

Los escritores reunidos hablan de su experiencia en la literatura y de su relación con personas mayores que les han marcado en su trayectoria vital y literaria.

La presidenta de la Asociación, Carmen Gloria Mesa, ha comentado que «la lectura y la escritura se ha manifestado como uno de los recursos más efectivos para el envejecimiento activo y evitar la soledad no deseada. Ahora más que nunca, hay que fomentar métodos de socialización compatibles con la situación sanitaria, en unas islas donde hay 70.000 personas de más de 65 años que viven solas».

«La interacción entre personas de diferentes edades beneficia a la sociedad en su conjunto ya que el buen contacto intergeneracional mejora las actitudes que las generaciones más jóvenes tienen hacia las personas mayores, se logra crear capital social, confianza, apoyo mutuo y mayores conexiones, lo que permite contar con comunidades y sociedades más cohesionadas, menos fragmentadas”, ha explicado.

Este proyecto, financiado por el Gobierno de Canarias a través de Canarias Cultura en Red, está a disposición de cualquier persona en acceso libre y gratuito en redes sociales.

Huir en patera para evitar a tu hija el horror de la ablación

Hawa tenía diez años cuando una mujer del pueblo fue a su casa para practicarle a sus tres hermanas pequeñas y a ella la mutilación genital. «Fue un trauma que jamás he podido olvidar», afirma esta mauritana que ahora escucha y asesora desde Fuerteventura a las mujeres que llegan en patera, muchas con sus hijas, para evitarla.

Este sábado, 6 de febrero, se celebra el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, una práctica que se sigue llevando a cabo en 30 países de África y Oriente Medio a pesar de estar prohibida en la mayoría de ellos.

La hojilla haciéndole el corte, los problemas ginecológicos que arrastra por culpa de la ablación y el trauma de ver a su hermana de cuatro años a punto de morir por una hemorragia acompañan a Hawa Touré desde el día que le sometieron a una ablación, una práctica que casi siempre implica la extirpación parcial o total de los genitales externos sin que haya motivos médicos que lo justifiquen.

Hawa lleva un mes de prisas y carreras preparando la campaña y los actos con los que este sábado volverá a alzar su voz para que se escuche a las casi cuatro millones de niñas que corren el peligro de ser mutiladas en el mundo cada año.

En una entrevista con Efe, cuenta que cuando la mutilaron tenía diez años y se dio cuenta «de todo, no solo duele el corte sino también ver a la persona que la practica». «Es como una bruja. Se me grabó su imagen y no me la he podido quitar de la cabeza, todas las chicas de mi pueblo no han conseguido olvidar su cara», añade.

Todas las niñas del pueblo

En Kaédi, su pueblo, todas las jóvenes están mutiladas «porque no se veía normal que unas lo estuvieran y otras no», dice esta mujer que llegó a Fuerteventura en 2004 desde Mauritania, un país que tiene prohibida la ablación desde hace más de una década.

«Los imanes firmaron una fatua en Mauritania, aunque se sigue practicando a escondidas», cuenta esta superviviente de la ablación mientras se pregunta por qué «se sigue haciendo si internacionalmente no se permite y es una práctica nociva que hace daño a las mujeres y a las niñas».

Según Unicef, al menos 200 millones de niñas y mujeres de 31 países, con edades entre los 15 y los 49 años han sido sometidas a esta práctica que acarrea desde un dolor intenso hasta hemorragias prolongadas, infecciones, infertilidad e, incluso, la muerte, además de aumentar el riesgo de transmisión del VIH.

En 2017, Hawa se atrevió a crear en Fuerteventura la Asociación Sociocultural de Mujeres Mauritanas Dimbe, una organización que busca la integración de las mujeres africanas y evitar que se sigan practicando este tipo de prácticas.

«Me costó mucho arrancar, pero me movía el interés por evitar que nadie sufriera lo que pasé yo con diez años», confiesa.

Si no lo hacía, nadie podría salvar a las casi cuatro millones de niñas que están en riesgo en el mundo cada año, unas 18.400 en España. Hawa explica que cuando crearon la asociación pensaron en que la lucha había que hacerla en África, pero luego se dieron cuenta de que también había que llevarla a cabo en Canarias, porque «en las islas hay muchas niñas afectadas y muchas en riesgo de ser mutiladas», afirma.

Un riesgo que se extiende a Europa

En el archipiélago, se calcula que unas 4.500 están en riesgo de ser sometidas a la mutilación genital: «Esa es la cifra que tenemos, aunque es difícil de confirmar porque hay muchas niñas que no están empadronadas y muchas madres tampoco quieren decir si van o no a mutilarlas».

Según la presidenta de Dimbe, hay madres en las islas que aseguran que no les van a hacer la mutilación a sus hijas, pero luego las llevan a sus países de origen durante las vacaciones «para hacerles la práctica».

Hawa reconoce que hay mujeres africanas que viven en Europa que no quieren mutilar a sus hijas, pero «ante la presión familiar prefieren ir a la cárcel». En España, la mutilación genital está penada con entre seis y doce años de prisión.

A veces, ocurre que cuando van de vacaciones a su país de origen la madre no quiere mutilar a su hija, pero puede pasar que la suegra o la tía la acaben llevando; eso es lo que asegura Hawa que le han contado algunas mujeres con hijas nacidas o criadas en Canarias.

Hawa ha escuchado durante estos años muchas historias que luego no la dejan dormir tranquila. Una de las últimas es la de una familia que ha acudido a Dimbe preocupados porque su hija, de 12 años, sigue en Mauritania, «no ha podido venir por problemas de visado, su madre está muy preocupada porque se acerca la edad de casarla y saben que puede acabar mutilada y con un matrimonio forzoso».

«La están intentando casar en África con un primo y su madre está viendo cómo sacarla del país para que no le pase como a ella, que la mutilaron y la casaron con 13 años», explica Hawa.

Secuelas crónicas

Precisamente, la pandemia no está siendo una buena aliada en la lucha contra la ablación. Hawa recuerda que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha alertado del aumento de la práctica porque «las familias no pueden mantener a las niñas y la única manera es casándolas y, para ello, hay que pasar por la mutilación genital».

Desde julio, Hawa se reúne con las mujeres que llegan en patera a Fuerteventura, las escucha e intenta asesorarlas y aclararles dudas, porque «algunas vienen con problemas y no saben que están relacionados con la mutilación», señala.

La mayoría tienen problemas de fistula y ginecología, «cada vez que les dolía la barriga iban al centro de salud o a cualquier farmacia a comprar medicinas y, cuando han llegado aquí, han ido al hospital y se han encontrado con que tienen una infección crónica por el tema de la mutilación», explica.

La portavoz de la Asociación Dimbe asegura que muchas de las mujeres que vienen a Canarias con sus hijas en patera lo hacen huyendo para que «a las niñas no les hagan la mutilación genital».

Las mujeres inmigrantes que llegan en este tipo de embarcaciones huyen, en muchos casos, de la mutilación, los matrimonios forzados, la violencia de género… Durante el trayecto migratorio continúa esa violencia y son muchas las que terminan siendo violadas en frontera.

«Son personas afectadas, algunas llegan con problemas grandes y con el riesgo de que les pasen cosas peores», cuenta Hawa, que no oculta su preocupación al comentar que de todas las mujeres con las que ha hablado estos meses «solo una» le ha dicho que nadie la ha violado. «Todas las demás han sido todas violadas”.

Antes de despedirse y continuar con su agenda, explica que a algunas niñas se les ha empezado a hacer la reconstrucción vaginal, pero «lo que ocurre es que las ginecólogas no saben muy bien del tema y nos encontramos con que no se les puede hacer la reconstrucción en Canarias y tenemos que movernos a Barcelona, donde una fundación la hace, pero la Seguridad Social aún no», por todo eso «tenemos que luchar».

Llegan 300 migrantes a Lampedusa y otros 237 se encuentran en el Ocean Viking

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El buen estado de la mar ha permitido la salida desde las costas Libias de decenas de barcazas

Alrededor de 300 migrantes llegaron por sus propios medios a la isla italiana de Lampedusa y otros 237 fueron rescatados por el barco Ocean Viking, de la organización humanitaria francesa SOS Méditerranée en las últimas horas, mientras se han avistado más barcazas en el Mediterráneo Central.

El buen estado de la mar ha permitido la salida desde las costas Libias de decenas de barcazas con migrantes y este jueves se volvió a vivir un momento de emergencia en la pequeña isla de Lampedusa, confirmó anoche el alcalde de la ciudad, Totó Martello.
«Mientras en Roma se sigue discutiendo de equilibrios políticos, en Lampedusa estamos ante una emergencia humanitaria que no se detiene», precisó Martello, que explicó que en pocas horas llegaron 300 migrantes.

Martello se refería a la crisis política que sufre Italia, donde tratan de formar un nuevo gobierno que podría dirigir el exresponsable del Banco Central Europeo, Mario Draghi. De esos 300 migrantes que llegaron este jueves a Lampedusa, sobre todo tunecinos en barcazas, la Guardia Costera italiana interceptó y llevó a puerto a 99, entre ellos 8 menores y 7 mujeres, que habían salido de Libia.
Otros 76 inmigrantes procedentes de Argelia llegaron a la isla de Cerdeña en las últimas horas, según medios italianos.

Mientras tanto, el barco humanitario Ocean Viking rescató este jueves en dos operaciones a 237 migrantes, entre ellos 55 menores no acompañados y dos niños, además de 19 mujeres. Ahora este barco de la ONG francesa espera autorización para desembarcar en un puerto. Al mismo tiempo, desde el velero Astral de la ONG española Open Arms, que ya se encuentra en la zona, explicaron que continúan con la «búsqueda de una barca en peligro con 70 personas a bordo, algunas en estado grave».

Por su parte, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Libia comunicó que, en menos de 48 horas, 800 solicitantes de asilo y migrantes fueron devueltos a Libia. «Los Estados deben proporcionar urgentemente rutas seguras y alternativas a estas intersecciones mortales para frenar la trata de personas», publicó en sus redes sociales ACNUR, cuyo responsable para Libia es Filippo Grandi.

Comienza a descender el número de contagiados en Lisboa

El 28 de enero fue el día más dramático en el que se contabilizó el mayor número de positivos

Lisboa, la zona de Portugal con mayor índice de contagios y fallecidos en las últimas semanas y con los hospitales colapsados, registra un descenso de infectados y de decesos con respecto a finales del enero, mientras que en el resto del país los registros también caen.

El 28 de enero fue el día más dramático en el que se contabilizó el número máximo de positivos (16.432) y fueron registrados 303 muertos. Lisboa también alcanzó esa jornada el máximo de contagiados (8.621) y llegó a los 153 decesos el pasado 31 de enero.

Las señales positivas también llegan desde los hospitales del país, con las urgencias al borde de su máxima capacidad, ya que ayer bajaron el número de internos hasta las 6.496 ingresados (188 menos) y las unidades de cuidados intensivos rebajaron sus pacientes en 14 personas, hasta los 863 enfermos críticos.

Precisamente, el pasado miércoles llegó a Portugal un contingente alemán de 26 soldados especialistas en medicina intensiva para ayudar en un hospital privado de Lisboa. Desde que estalló la pandemia se han notificado en Portugal 748.858 positivos y 13.482 muertos, mientras que el país continúa confinado, con las fronteras blindadas y las escuelas cerradas. Un total de 360.000 personas (en un país de algo más de 10 millones de habitantes) ya han recibido, al menos, una dosis de la vacuna.

El caso máster, visto para sentencia

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La representante del Ministerio Público, que solicita tres años y tres meses de cárcel para la expresidenta, ha incidido en su culpabilidad: «Nada de lo que ha mantenido ha podido ser comprobado».

El juicio por el caso Máster ha quedado visto para sentencia en una jornada en la que Cristina Cifuentes ha declinado la última palabra después de que su letrado haya pedido su absolución ante lo que ha calificado como acusaciones «arbitrarias», y la fiscal haya asegurado que la expresidenta presionó en el proceso, pero «no se manchó las manos».

«No, muchas gracias, señor presidente», ha contestado Cifuentes este viernes al ofrecimiento del tribunal a decir la última palabra, que también han rehusado utilizar las otras dos procesadas: Teresa Feito y Cecilia Rosado.

Así la expresidenta madrileña solo ha intervenido en el juicio durante su declaración del pasado día 22, sin hablar con la prensa ni a la entrada ni a la salida del mismo.

En la última sesión del juicio, Cifuentes se ha mostrado más seria y concentrada que en las anteriores, prestando atención especialmente al relato de la fiscal Pilar Santos y de su letrado, José Antonio Choclán.

La representante del Ministerio Público, que solicita tres años y tres meses de cárcel para la expresidenta, ha incidido en su culpabilidad: «Nada de lo que ha mantenido ha podido ser comprobado».

Tras constatar «irregularidades notorias» en el máster, la fiscal ha arremetido contra Cifuentes: «Por su cargo no se manchó las manos, pero es evidente que le urgía imperiosamente que la universidad le ofreciese una solución. Si la maquinaria se puso en marcha, fue por estas presiones».

«Ella sabía que las consecuencias podían ser nefastas» y por eso no hizo llamadas al catedrático Enrique Álvarez Conde o a Teresa Feito, ya que «las formas hay que mantenerlas», según la fiscal.

«La única, primera y ultima beneficiaria de ese acta era ella y su carrera política», ha añadido, subrayando que tan pronto como tuvo el acta del TFM la exhibió públicamente, sabiendo que «no se correspondía con la realidad».

Sobre Teresa Feito, para la que la Fiscalía pide la misma pena que para Cifuentes, Pilar Santos ha dicho que es «el epicentro» de trama, en la que «siempre aparecen las mismas personas», especialmente esta profesora, la funcionaria Amalia Calonge, que cambió las notas de Cifuentes en 2014, y el catedrático Álvarez Conde, director del Instituto de Derecho Público y quien daba el máster.

Sobre la tercera imputada, Cecilia Rosado, para la que el Ministerio Público solicita 21 meses de cárcel por falsificar el acta del trabajo de fin de máster (TFM), la fiscal ha subrayado su colaboración con la justicia y reclama para ella un atenuante por esa cooperación y por su miedo insuperable a las presiones de Feito y Álvarez Conde.

Por su parte, el abogado de la acusación que ejerce la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) ha reprochado la actitud de Cifuentes de no pedir perdón y su estrategia de subrayar que también hubo irregularidades con otros alumnos.

«No podemos dejarnos engañar; la URJC está por encima de las personas que cometieron irregularidades evidentes», ha dicho el letrado, que ha incidido en que el acta «se fabricó para dar cobertura a un hecho inexistente», y Cifuentes la mostró sabiéndolo.

Durante su alegato, el letrado de la expresidenta de Madrid ha defendido su absolución, porque no se ha acreditado que indujera a la falsificación de su trabajo de fin de posgrado y se trata de una acusación «selectiva y arbitraria».

En su opinión no se tenía que haber llegado a juicio y la Fiscalía nunca debió acusar, como no lo hizo con otros alumnos del máster que mostraron «el mismo ‘modus operandi'» y sobre los que se sobreseyó la causa, y ha confiado en que el tribunal repare en su sentencia parte del «calvario de los últimos años» de Cifuentes.

El abogado ha mantenido la versión que ya dio Cifuentes durante su declaración: culpar a la universidad. Ha sostenido que el autor material de la inducción a la falsificación fue Álvarez Conde y que «el proceso para falsificar el acta es más atribuible a la exigencia interna del rector y el vicerrector que a una influencia externa».

«Todo se cocinó en el seno de la universidad» con el fin de «lavar la cara», ha añadido.

Por su parte, el letrado de Teresa Feito ha basado su alegato en negar que existiera relación alguna entre su defendida y la entonces presidenta regional o cualquier persona de su entorno y ha trasladado la responsabilidad a los profesores Pablo Chico y Cecilia Rosado, principalmente.

La tercera defensa, la de Cecilia Rosado, ha puesto en valor que esta profesora denunció ante la Fiscalía que había falsificado el acta del TFM de Cifuentes «en el minuto uno», y desde ahí ha dicho la verdad, por lo que pide que se tenga en cuenta la atenuante muy cualificada de confesión y de miedo insuperable y se rebaje la pena en dos grados, de manera que quede en nueve meses de cárcel. 

La cuarentena en hoteles de Reino Unido comenzará el 15 de febrero

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Medida que pretende evitar la propagación de las cepas sudafricana y brasileña del coronavirus

Los británicos que lleguen al Reino Unido procedentes de países con altos niveles de las nuevas cepas del coronavirus deberán hacer cuarentena en hoteles a partir del 15 de febrero, confirmaron este viernes las autoridades. La medida, que ya había sido adelantada el pasado enero, obligará a los viajeros a permanecer diez días en hoteles designados por el Gobierno, cerca de los aeropuertos, según informó el Ejecutivo.

El objetivo es evitar la propagación en el Reino Unido de las cepas sudafricana y brasileña del coronavirus. El ministerio británico de Sanidad indicó este viernes que ha mantenido conversaciones con el sector aéreo, marítimo y propietarios de hoteles para poner en marcha este plan, que afecta a británicos, residentes en el Reino Unido y nacionales irlandeses. El Gobierno espera que más de mil residentes en el Reino Unido lleguen cada día al país de lugares incluidos en una «lista roja» donde las nuevas variantes del coronavirus están muy extendidas.

HOTELES ESCOGIDOS Y GASTOS A CARGO DEL VIAJERO

Estos viajeros estarán obligados a permanecer en un hotel escogido y deberán hacerse cargo de los gastos del alojamiento, mientras que habrá personal de seguridad para controlar que ninguna de estas personas abandone los establecimientos. «A lo largo de esta pandemia, el Gobierno aplicará medidas proporcionadas, basadas en el asesoramiento de los científicos, y eso ha llevado a uno de los regímenes fronterizos más estrictos del mundo», señaló un portavoz del ministerio de Sanidad.

«Ahora estamos trabajando para asegurar que las instalaciones que necesitamos gestionan la cuarentena para los nacionales británicos que regresan a casa de los países de alto riesgo», agregó. El portavoz justificó la medida como manera de «proteger a la población y salvar vidas». Los científicos estiman que las dos variantes son más infecciosas y pueden reducir la efectividad de las vacunas. El Reino Unido avanza en su plan de inmunización y ya ha suministrado la primera de las dos dosis de la vacuna (la de Pfizer o la de AstraZeneca) a más de 10 millones de personas.

La decisión sobre la cuarentena fue tomada después de días de incertidumbre sobre la forma en que la medida sería aplicada, ya que se requiere una importante logística para acondicionar los hoteles asignados para controlar la propagación del coronavirus. El pasado 27 de enero, la ministra británica de Interior, Priti Patel, anunció por primera vez la medida, pero su aplicación se fue postergando varias veces.

CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN LABORISTA

El Partido Laborista, principal de la oposición británica, acusó al Gobierno de «poner vidas en peligro» por no haber actuado antes, y ha pedido que esta cuarentena se extienda a todos los viajeros. «Estamos en una carrera contra el tiempo para proteger nuestras fronteras de la nuevas variantes de la covid. La cuarentena en los hoteles entrará en vigor más de 50 días después de que la cepa sudafricana fuera descubierta», señaló el portavoz laborista de Interior, Nick Thomas-Symonds.
La lista «roja» está formada por 33 países (Sudáfrica, Portugal, Emiratos Árabes Unidos y países de América del Sur) donde hay prevalencia de las cepas.

Los viajeros extranjeros procedentes de esos territorios no pueden entrar en el Reino Unido, por lo que no están afectados por esta medida sobre la cuarentena en los hoteles. Se espera que los hoteles asignados estén cerca de los aeropuertos de Heathrow, Gatwick, London City, Birmingham, Bristol, Manchester, Edimburgo, Glasgow y Aberdeen.

A los que hagan la cuarentena se les servirá tres comidas diarias en su habitación, mientras que aquellos que quieran fumar fuera o tomar aire deberán estar escoltados por el personal de seguridad.
Se estima que el coste por cada noche de hotel será de unas 80 libras (88 euros) .
Los detalles sobre la manera en que los pasajeros deberán reservar su habitación será dada a conocer por el Gobierno la próxima semana.
El Reino Unido registró el jueves 20.632 nuevos casos de coronavirus y otras 915 muertes.