Un estudio de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ratifica que la contaminación por plásticos es uno de los mayores problemas a los que deben enfrentarse los ecosistemas marinos. Sus autores urgen a aplicar «políticas reales y decididas» que minimicen su uso
«Microplásticos en biota marina: una revisión» es el título del estudio, publicado en la revista científica sobre contaminación marina de alcance internacional «Marine Pollution Bulletin», del Grupo de investigación en Ecofisiología de los Organismos Marinos (EOMAR).
El grupo pertenece al Instituto Universitario ECOAQUA (IU-ECOAQUA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y en su estudio hace una exhaustiva y profunda revisión de más de un centenar de referencias bibliográficas, que evidencia el enorme impacto de estas partículas en todas las especies estudiadas, sobre todo en las tortugas.
La investigación, basada en el trabajo final de máster de Kevin Ugwu Hernández. Utilizó 132 estudios de todo el mundo, algunos de ellos de Canarias, para definir el tipo, el tamaño, el polímero y el color predominante de los microplásticos en cuatro grandes grupos de vertebrados (aves marinas, mamíferos marinos, tortugas y peces).
Así, a la luz de los datos obtenidos, la investigación de revisión revela un «gran impacto» de las partículas de microplásticos (menores de 5 milímetros) en la biota marina.
Las tortugas, las más afectadas
Las tortugas es el grupo de esta biota con mayor incidencia de los microplásticos en su organismo con una media de 122 partículas por individuo y un 88 % del total estudiado. Le siguen los mamíferos marinos, entre los cuales se encontraron microplásticos en un 59 % de la muestra con una media de 10 partículas por individuo.
Las aves marinas, con polímeros en un 50 % de los ejemplares estudiados y con una media de 7 partículas por individuo, y los peces, con microplásticos hallados en un 42 % de los ejemplares investigados y con una media de 3 partículas por individuo, cierran este listado sobre el impacto de estos materiales de origen humano en los vertebrados marinos de todos los océanos y mares del planeta.
El estudio revela, además, que la mayor parte de los microplásticos provenían de fibras en un 67,3 % de los artículos analizados, mientras que otro 25,7 % de los estudios indicaban que el origen de tales partículas eran fragmentos.
Una circunstancia que indica fallos en los sistemas de depuración de aguas, ya que la mayor parte de microfibras halladas en las investigaciones de todo el mundo en el medio marino tienen su origen en las aguas residuales mal gestionadas y depuradas.
Para llevar a cabo la revisión de referencias bibliográficas sobre estudios en vertebrados marinos, los firmantes del trabajo, Kevin Ugwu, la catedrática de Zoología de la ULPGC May Gómez –tutora del trabajo- y la científica Alicia Herrera, utilizaron el buscador de referencias Web of Science (WOS) hallando un total de 1.345 artículos publicados en todo el mundo sobre la incidencia de microplásticos en los cuatro grandes grupos marinos vertebrados.
Por otro lado, el 73,6 % de los artículos publicados y analizados en este estudio de la ULPGC describen microplásticos con tamaños inferiores a los 2 milímetros, algo que para los investigadores de EOMAR indica procesos de fragmentación rápida de los microplásticos.
Se trata de una circunstancia «fatal» ya que las pequeñas dimensiones de las partículas facilita en un mayor grado la entrada de estos materiales de origen humano en los organismos vivos.
El estudio del grupo EOMAR constituye la primera gran revisión completa en la historia de la biología marina moderna de estudios sobre ingestión microplástica en todos los grupos marinos para definir el tamaño, el color, el tipo y el polímero predominante.
Además, también es la primera vez que se estudia los órganos de análisis de los microplásticos, el uso de tecnologías avanzadas para la medición de los mismos y la utilización de procedimientos de QA/QC que impidan la contaminación secundaria de las muestras