El empresario ruso afincado en Gran Canaria, Vladimir Kokorev, podría llegar a un acuerdo antes del juicio por el blanqueo de 120 millones por la venta de armas con «notorios sobrecostes» a Guinea Ecuatorial.
La Fiscalía Anticorrupción negocia con el empresario ruso asentado en Gran Canaria Vladimir Kokorev una condena de conformidad. Está acusado del blanqueo de los 120 millones de euros no declarados que supuestamente ganó entre 1999 y 2014. Unos beneficios que se atribuye a la venta ilegal de armamento al régimen de Teodoro Obiang en Guinea Ecuatorial.

El lunes, la sección sexta de la Audiencia de Las Palmas tiene previsto celebrar una primera vista sobre el llamado ‘caso Kokorev». Lo hará tras haber rechazado la petición de las defensas de ceder a la Audiencia Nacional este expediente, que acumula ya 16 años de recorrido.
Es la propia Fiscalía la que ha anunciado que la vista del 19 de mayo se convoca solo «a efectos de conformidad», porque está negociando con las defensas una condena pactada. Los términos del acuerdo se revelarán ese mismo día, si los procesados los aceptan.
Penas de cárcel y multas millonarias
Hasta este momento, la Fiscalía Anticorrupción venía solicitando ocho años de cárcel y multa de 240 millones de euros para Vladimir Kokorev. Está acusado de haber blanqueado ganancias millonarias presuntamente obtenidas de vender a Guinea Ecuatorial material militar a precios que incluían «notorios sobrecostes».
A los mismos hechos se enfrenta su esposa, Yulia Maleeva, y su hijo Igor Kokorev. Para ellos demanda seis años de cárcel y 150 millones de multa.
Los cargos sobre los que la Justicia española puede exigir responsabilidades a los Kokorev están limitados al delito de blanqueo de capitales por las condiciones que Panamá puso en 2015 para extraditarlos, cuando fueron arrestados en ese país.

Escrito de acusación
En un escrito de acusación al que ha tenido acceso EFE, la Fiscalía describe a Vladimir Kokorev como el «jefe de una organización criminal transnacional». Apuntan que se dedicada al «comercio corrupto de material militar de defensa y doble uso«.
Anticorrupción asegura que los Kokorev consiguieron generar «una riqueza ilícita millonaria de, al menos, 120 millones de euros, en el período comprendido entre los años 1999 y 2014». Al parecer, suministraban «armas de guerra» al Gobierno de Teodoro Obiang, en un momento en el que Guinea Ecuatorial estaba conformando sus fuerzas navales.
Por las cuentas de su entramado societario, continúa, llegaron a circular 678,92 millones de euros. Eran procedentes de 59 transferencias realizadas por el Tesoro Público de Guinea Ecuatorial y de una empresa denominada Abayak SA.
El fiscal detalla incluso en su escrito que Vladimir Kokorev tiene vínculos con la organización criminal de «un ciudadano de la Federación Rusa condenado por tráfico ilegal y contrabando de armas por llevar a cabo la venta a China e Irán de misiles crucero con capacidad de carga nuclear».
«Esa actividad (con Guinea Ecuatorial), jamás declarada y siempre ocultada«, dice la Fiscalía, fue realizada a través de dos empresas panameñas (Kalunga Company SA e Intracoastal Trading). Otra, desde las Islas Scheychelles (SJ Marine Company Ltd.)». Todas dieron «cobertura» a los «múltiples contratos» celebrados por Vladimir Kokorev.
«Todos realizados con notorio sobrecoste y sobrefacturación imputados al Tesoro Público de Malabo, de venta de armamento militar, de guerra y de infraestructuras navales, vendidos en connivencia con funcionarios y altos dignatarios militares al Gobierno de la República de Guinea Ecuatorial», continúa.
Implican también un abogado grancanario
Anticorrupción también formula los mismos cargos contra un letrado de Gran Canaria. Supuestamente colaboró en el blanqueo. Es Juan José Arencibia, y dos hermanas de este, para los que pide penas de cinco años de cárcel y multas de 100, diez y siete millones de euros.
En el auto que puso fin a la instrucción en mayo de 2021, el Juzgado número 5 de Las Palmas de Gran Canaria cifró en 450 millones de euros los ingresos que los Kokorev habrían obtenido vendiendo a Guinea Ecuatorial. Entre lo transferido habría «buques, helicópteros de combate, vehículos blindados, corbetas militares, patrulleras, fragatas, aviones de caza, bombarderos y armamento militar de doble uso».
Para la instructora, había indicios para llevar el caso juicio de que los Kokorev y sus colaboradores ganaron 100 millones «inflando los costes» de ese material, con la colaboración de dos asesores y tres parientes de Obiang. Estos últimos, con cargo en las Fuerzas Armadas o el Gobierno guineano (un yerno, un primo y un sobrino), de los que decía en ese auto que recibieron comisiones por parte de los procesados.
Hasta la fecha, el empresario Vladimir Kokorev siempre ha negado que ni él, ni su esposa Yulia Maleeva, ni su hijo Igor Kokorev hayan sobornado o pagado comisiones a parientes y asesores del presidente de Guinea Ecuatorial para facilitar la venta de armas a ese país.
La familia asegura que las relaciones comerciales con Guinea Ecuatorial las entabló Vladimir Kokorev, sin participación de su esposa ni de su hijo. Insiste en que no fueron ilícitas y consistieron en el suministro de «barcos de transporte de mercancías y personas, así como helicópteros, lanchas patrulleras y otros bienes».