Las imágenes de la nueva cámara ofrecen una resolución seis veces mejor que su predecesora y permite estudiar los efectos del cambio climático, los desastres naturales, y controlar los incendios
Desde los laboratorios del Instituto de Astrofísica de Canarias al Espacio. Las primeras imágenes de la cámara espacial Drago-2, lanzada en enero desde el Cabo Cañaveral, en Florida, ha enviado sus primeras imágenes a la Tierra.
Uno de los miembros del equipo responsable del proyecto IAC, Álex Oscoz, asegura que las «las imágenes fueron mucho más allá de nuestras expectativas».
Por su parte, el director de la Agencia Espacial Española, Miguel Bello, apunta que la cámara Drago-2 sirve para estudiar «el cambio climático, los desastres naturales, la pérdida de biodiversidad, el control de zonas pesqueras u optimizar las zonas costeras».
La calidad de las imágenes permite distinguir, incluso, detalles en las carreteras y la población.
La diferencia entre la Drago-2 y la Drago-1 es que la primera ofrece una resolución seis veces mejor que la uno.
«Con las cámaras espaciales invisibles nos molestas mucho el humor para observar los incendios. Sin embargo, en el infrarrojo, el rango en que trabajan estas cámaras, permite ver a través del humo, por lo resulta muy útil para monitorizar por dónde avanzan los incendios», asegura Patricia Chinchilla, también del equipo responsable del proyecto IAC.
Ofrece 50 metros por pixel, es ligera, compacta, consumo súper reducido (apenas como una bombilla) y mucho más económica que proyectos como Sen-tinel 2, de la Agencia Espacial Europea. Un hito que vuelve a poner a Canarias en el centro del universo.
Es el anticipo del primer satélite canario, el Alisio 1, que se lanzará al espacio en 2024.