Esta semana, el programa de entretenimiento de los martes por la noche visitará cuatro lugares de Canarias con poca población y donde los vecinos tienen una relación muy estrecha
‘Noveleros’ presenta este 15 de marzo a partir de las 22.15 horas su nueva entrega ‘Poquitos pero benditos’. El programa de Televisión Canaria conocerá pueblos de Canarias donde los vecinos son como una familia. Cuatro localidades de las Islas donde viven muy pocos habitantes y donde prima la buena convivencia entre ellos.
Ajuy es un pueblo pesquero que pertenece al municipio de Pájara, Fuerteventura. Y aunque en este lugar viven menos de ochenta personas, cada día está repleto de turistas que visitan sus famosas cuevas. Entre sus vecinos se encuentran María y Fabiola que son como hermanas. También León, un pescador de toda la vida o Paco que se encarga de la Asociación de Vecinos para que siempre haya actividades para realizar.
El Mojón es una localidad de Teguise, Lanzarote. Jonás, Héctor, Dolores, Catalina y todos sus habitantes destacan de este lugar la tranquilidad que se respira en sus calles, un motivo más que suficiente para no irse de este pequeño rincón de Canarias. Este pueblo es conocido por su tradición artesana. Teresa es la última alfarera que hay y para que no se pierda esta costumbre lleva más de veinte años dando talleres de alfarería. Lo que más les une es el gran cariño que se tienen entre todos.
Teresa, Lourdes, Olga o Tito son algunos de las treinta personas que viven en el barrio de El Lomo en La Aldea de San Nicolás, Gran Canaria. Sus vecinos siempre están dispuestos para cualquier cosa que necesiten los unos de los otros. Y es que son una verdadera piña. Además, tal y como aseguran, este pequeño recoveco grancanario es muy seguro para que sus hijos jueguen con total libertad en la calle como se hacía antiguamente. No hay nada que más les guste que reunirse para contarse su día a día.
En El Infierno, Tenerife, se conocen absolutamente todos. A pesar de su nombre, este lugar es todo un paraíso. Y es que aunque es un sitio de pequeñas dimensiones, disfrutan de unas vistas privilegiadas. Julio, Sol, Carmen, Cándido, entre otros vecinos de este barrio, lo tienen muy claro: no cambian su manera de vivir por nada del mundo.