San Jorge se encuentra sobre una falla que cruza toda la isla y donde se concentra la mayor parte de la actividad sísmica. Se han registrado ya cerca de 30.000 sismos
Este lunes se ha registrado un temblor de intensidad tres en el municipio de Velas en la isla de San Jorge, en Azores. Las islas se encuentran situadas sobre una falla que separa las placas tectónicas de tres continentes. Esta falla pasa por la Caldera de Santo Cristo, situada en un pueblo en la costa norte de la isla y considerada por el National Geographic uno de los más bonitos del mundo.
Solo puede accederse a él caminando o con vehículos pequeños como quads. En 1980 hubo un grave terremoto que lo dejó bloqueado. No obstante, actualmente viven allí una veintena de personas. Una de esas personas es Patricia Burgos, veterinaria de origen canario-venezolano, que vive allí con su pareja, el biólogo Bruno Minuzzi.
Ambos han contado a RTVC cómo han sido estos últimos meses en los que se ha reactivado la actividad sísmica del lugar. En palabras de Patricia, «la gente está bastante tranquila». Asegura que «cuando la gente de Velas comenzó a dejar sus casas, ellos se quedaron aquí, ninguno salió».
Sin embargo, admite que ella y su pareja salieron «por el miedo a que la montaña cayera». Algo que, dice, «ya pasó hace años». En esta línea, Bruno ha contado que aunque al principio les «preocupó más», ahora están algo «más tranquilos». De momento, se quedarán allí porque es dónde han encontrado la «paz».
Desde el pasado miércoles, la frecuencia de los terremotos en la isla ha aumentado. No obstante, los expertos aseguran que es algo habitual en este tipo de fenómenos y concretamente de lugares como las Azores.
La historia de la isla de San Jorge, en Azores, viene marcada por su geomorfología. Una falla que atraviesa la isla y donde se están concentrando la mayoría de los terremotos. Desde que comenzó la crisis sísmica se han contabilizados cerca de 30.000 sismos.