La duración de la obra de La Aldea es la prevista pese al hormigón

La obra de La Aldea finalizará a finales del próximo año a pesar de los problemas con el hormigón

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El consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, Sebastián Franquis, ha aseverado este viernes que los problemas con el hormigón utilizado en los túneles de la segunda fase de la obra de la Carretera de La Aldea, en Gran Canaria, «no comprometen el plazo de ejecución de la obra ni la seguridad».

En una rueda de prensa para informar sobre lo sucedido con el gunitado -la técnica de proyección de hormigón con una manguera para fijarla a las paredes ya excavadas y conformar un mur-, Franquis ha asegurado que estos problemas no afectan al plan de obra. Al mismo tiempo, ha asegurado que sigue según lo previsto con la apertura de los túneles de Faneque a finales del próximo año.

Problemas en los túneles 3 y 8

Así, el consejero ha afirmado que los problemas con la calidad del hormigón, que ha achacado a la empresa que se encargaba de analizar la calidad de las muestras, y que es diferente a la que lleva a cabo la obra, se han encontrado de momento en los túneles 3 y 8. No obstante, aún faltan por concluir los estudios del resto de túneles.

En cualquier caso, los problemas en los túneles 3 y 8 solo afectan al 1,8 % de la longitud y en lugares donde todavía no hay revestimiento. Por ello, Franquis espera que en el resto de túneles la afectación sea en niveles parecidos, sin descartar que pueda ser mayor.

«La previsión, según un cálculo preliminar, es que de los 27.519 metros cúbicos empleados en los túneles habría que regunitar el 1,8 %, es decir, unos 500 metros cúbicos», ha manifestado Franquis. A su vez, ha dicho que la obra ya se ha puesto en marcha «porque ofrece todas las garantías necesarias para que se sigan siguiendo los criterios de calidad y seguridad».

En este sentido, ha subrayado que no existe «ningún problema en la estructura de los túneles», ya que este problema solo afecta a determinadas zonas, no a la estabilidad. Así, ha insistido en que los trabajadores están desarrollando los trabajos «con absoluta seguridad».

«Si no se pudiese cumplir con los plazos seríamos los primeros en comunicarlo. Para el Gobierno esta es una obra fundamental», ha insistido el consejero.

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Una nueva fórmula para la obra

La parálisis de las obras en junio, ha abundado Franquis, se produjo tras detectar que el nivel de control de calidad del hormigón «no ofrecía las garantías suficientes ni se ajustaba al pliego de condiciones que exigía el contrato de la obra».

Respecto al coste extra que esto pueda tener, Franquis ha dicho que, de producirse algún tipo de coste, lo tendría que asumir la empresa adjudicataria.

Además, ha señalado que con el objetivo de que no se vuelvan a producir problemas con la calidad del hormigón, la empresa que ejecuta la obra se ha comprometido a que a principios de septiembre haya un laboratorio a pie de obra. Será de una empresa distinta a la que había realizado las muestras hasta ahora y velará para que la fórmula del material sea la correcta.

Franquis ha señalado que en estas últimas semanas la constructora ha comenzado a hacer los trabajos con una nueva fórmula de los materiales de hormigón, pactada con la Consejería, por lo que ya se han reanudado los trabajos.

Respecto a las consecuencias que podría haber tenido ese error de no detectarse, el consejero ha explicado que probablemente hubiese repercutido en la durabilidad de los materiales, que se podría haber visto reducida incluso a la mitad.

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