El incremento de los precios provocados por la Guerra de Ucrania obliga a la readaptación por parte del Gobierno local con el fin de incorporar más recursos para obras públicas desiertas
Las consecuencias económicas de la Guerra de Ucrania están afectando en gran medida a las obras públicas. El último caso conocido es el de la rehabilitación del barrio de San José de Las Longueras en Telde, Gran Canaria.
En medio siglo de vida, estas 500 viviendas sociales nunca han tenido una rehabilitación integral. Sin embargo, los convenios tendrán que esperar algunos meses más. El proyecto, que se presentó en 2021, ha tenido que pasar por varios trámites burocráticos hasta aprobarse en Pleno extraordinario la readaptación a los nuevos precios.
La alcaldesa de Telde, Carmen Hernández, asegura que «asuntos como la electricidad o la pintura han podido incrementar los costes entre un 15 y 30%, por ello ha habido que incorporar más recursos, más de 300.000 euros.»
Así, el Gobierno local ha trabajado de manera urgente en los últimos meses para, de sus propios fondos, añadir 330.000 euros que completen la financiación de las obras, para lo que ha necesitado el visto bueno del Ministerio al tenerse que modificar el convenio inicial.
Aunque según las empresas constructoras, lo habitual es que las administraciones pública no actualicen el presupuesto. Calculan los materiales se han encarecido por encima del 40%.
La presidenta de la Asociación de Empresarios Constructores de Las Palmas, Salud Gil, afirma que la subida de los costes «ha traído como consecuencia 309 obras desiertas con 142.000.000 de euros de sustento presupuestario, que no solo significa que no entran en el marcado, sino que no se hacen obras de equipamiento comunitario».
Piden que se revisen los precios para que se lleve a cabo la obra pública pendiente de esta actualización