El sistema de satélites del proyecto Copernicus podría instalarse en la isla de El Hierro. Su instalación sería convertir a Canarias en una base mundial de los sensores de este sistema.
La isla de El Hierro está un paso más cerca de convertirse en la base mundial de los sensores de color para la red de satélites de Copernicus. Se trata de un proyecto referente para el cambio climático.
Como ha explicado el director del Instituto de Oceanografía de Canarias, Eugenio Fraile, es «una infraestructura, única en el mundo, para la calibración de todos los satélites a nivel mundial».
Tras 20 años con la sede en Hawaii cambiará de ubicación. Los candidatos que han llegado a la fase final son Creta y la isla de El Hierro. Ésta última tiene muchos puntos a su favor.
La isla de El Hierro tiene condiciones únicas para la investigación científica
Según explica Eugenio Fraile entre las condiciones que se piden «tiene que tener la mejor atmósfera del mundo, limpia y clara». Esto se debe porque la señal de satélite «tiene que atravesar toda la atmósfera y después llegar al océano». Otro requisito que se pide es que también tiene que tener «un océano muy muy oligotrófico, es decir, con muy poca cantidad de de clorofila y con aguas también muy limpias, muy transparentes».
En este proyecto se pretende crear dos bases, una en tierra y otra en el mar, para lograr los mejores resultados. El conseguir esta candidatura supondría para El Hierro, para Canarias y para España, convertirse en un referente mundial para estudios sobre el cambio climático.
Hasta 2025 no se conocerá la decisión final sobre si se instalará el Copernicus en la isla del Meridiano.