Darias indica que con la Declaración de Sevilla se marcan «nuevas coordenadas» para llegar a la erradicación del VIH para el 2030
Los participantes en la conferencia mundial Fast-Track Cities 2022, la red internacional de ciudades comprometidas en la lucha contra el VIH/sida, han firmado este martes la Declaración de Sevilla, un documento que nace con el objetivo de conseguir que la enfermedad esté erradicada en 2030.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, y el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, han presidido en el Real Alcázar de Sevilla la firma del documento, que sustituye al rubricado en París en 2014 y al que se han adherido 38 ciudades, 22 de ellas españolas.
«París estableció una hoja de ruta, ahora se marcan nuevas coordenadas para llegar al objetivo final», ha dicho la ministra en su intervención, en la que ha subrayado el apoyo del Gobierno de España y, especialmente, de las entidades locales «para cumplir el sueño de que el VIH deje de ser un problema de salud pública en 2030″.
Ha destacado además la importancia de acabar con «la discriminación y el estigma» hacia los que padecen esta enfermedad, tal y como recoge la Declaración, que comienza apostando por «salvaguardar la dignidad y los derechos de las comunidades afectadas por el VIH, la tuberculosis y la hepatitis viral».
Además se aboga por incluir «representación comunitaria» del colectivo en todas las etapas de las respuestas a estas enfermedades, de forma que se trabajará con ellos para revisar políticas, procedimientos y operaciones, y tendrán prioridad en las etapas de planificación, implementación y monitoreo de todos los aspectos de las respuestas locales.
Transparencia y comunicación
Los firmantes de la Declaración se comprometen a mejorar la transparencia y la comunicación para facilitar la participación de la comunidad, así como a desarrollar estrategias de divulgación para identificar y llegar a todas las partes interesadas y a cumplir con los objetivos de Naciones Unidas para dar respuesta a estas enfermedades.
En el año 2014, la Declaración de París dio origen al movimiento Fast Track y marcó un punto de inflexión en la lucha contra el VIH, la tuberculosis y la hepatitis viral, de forma que las ciudades asumieron en aquel momento el liderazgo en la detección, prevención, tratamiento y lucha contra la estigmatización de los afectados.
El 90-90-90-0 se convirtió desde entonces en gran reto: que el 90% de las personas con VIH conociera su estado serológico, que el 90% de ellas estuvieran en tratamiento antirretroviral y que el 90% de estas revelaran supresión viral (es decir, indetectabilidad para romper la cadena de transmisiones), y todo ello, además, con un 0% de estigmatización social de la enfermedad.
Ahora, en el Congreso que esta red celebra en Sevilla, y que se alagará hasta el próximo jueves bajo el lema «Liderando juntos», se ha ampliado este objetivo al 95-95-95-0.