La Universidad Pompeu Fabra (UPF) y el Royal Veterinary College de Londres trabajan en un proyecto pionero para generar reconstrucciones en 3D del corazón de diferentes animales y, de momento, ya lo han empleado en gatos

Procedimiento que se ha seguido para realizar las reconstrucciones 3D del corazón de los gatos a partir de su extracción (Fuente: artículo publicado en Scientific Reports).
El proyecto consiste en reconstrucciones del órgano y simulaciones de su flujo sanguíneo mediante técnicas computacionales avanzadas que hasta ahora solo se habían aplicado en humanos, ha informado la UPF.
El primer estudio de este proyecto, dedicado a la aurícula izquierda de los gatos, se ha publicado recientemente en la revista Scientific Reports.
Próximamente se harán reconstrucciones 3D de corazones de perros, cerdos y ovejas, además de simular su flujo sanguíneo.
El proyecto se centra en la reconstrucción de la aurícula izquierda de los animales, la parte del corazón donde se generan los trombos (o coágulos sanguíneos), que pueden derivar en un infarto.
Estudiando estas reconstrucciones y comparándolas con las ya existentes del corazón humano, se espera extraer conclusiones útiles para prevenir trombos tanto en personas como en animales, ha señalado la UPF en un comunicado.
Además, estas herramientas computacionales para reconstruir corazones de diversas especies permitirá «reducir la necesidad de experimentar directamente con los animales”, ha explicado el investigador de la UPF Andy L. Olivares.

¿Por qué comienzan por los gatos?
El tejido cardíaco de los gatos tiene características particularmente interesantes para conocer la relación entre la morfología del corazón y los trombos, un aspecto poco analizado hasta ahora en medicina, según los investigadores.
En el caso del corazón humano, la mayoría de estudios existentes se centran en la relación entre los trombos y el tipo de arritmia más frecuente: la fibrilación auricular.
Sin embargo, todavía hay numerosas incógnitas sobre la relación entre la forma del corazón humano y el riesgo de sufrir un trombo.
Los gatos no padecen arritmias, por lo que los trombos se deben únicamente a características morfológicas del corazón y del flujo de la sangre que circula por su interior.
Así, los felinos permiten analizar la relación entre los trombos y la morfología cardíaca sin que interfieran las arritmias.