Aunque Canarias ha experimentado una mejora generalizada, la EAPN Canarias señala que persisten desequilibrios estructurales que impiden una recuperación homogénea en las Islas
En Canarias, 695.402 personas (el 31,2% de la población) están en riesgo de pobreza y/o exclusión social (tasa AROPE), una cifra que, aunque ha mejorado 2,6 puntos porcentuales respecto a 2023, sitúa a las Islas como la quinta comunidad autónoma con mayor tasa AROPE, solo por detrás de Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia.
Así lo señala el XV Informe “El Estado de la Pobreza. Canarias, 2025” que este viernes presentó Fernando Rodríguez, vicepresidente de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en Canarias (EAPN Canarias) en el Parlamento de Canarias con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.
El informe destaca que Canarias ha experimentado una mejora generalizada en los principales indicadores de pobreza, aunque persisten desequilibrios estructurales que impiden una recuperación homogénea. Además, La brecha con la media estatal sigue siendo considerable: mientras en el conjunto del Estado la tasa AROPE se sitúa en el 25,8%, Canarias la supera en 5,4 puntos porcentuales.
Más de medio millón viven con ingresos por debajo del umbral de pobreza
La tasa de pobreza alcanza el 24,6% de la población canaria, lo que equivale a 550.728 personas que viven con ingresos por debajo del umbral de pobreza (965€ al mes por unidad de consumo). A nivel estatal, esta tasa es del 19,7%, lo que evidencia una brecha de casi cinco puntos entre Canarias y la media nacional.

El 10,6 % de la población canaria se encuentra en pobreza severa, casi dos puntos por encima de la media estatal. Esto significa que unas 225.000 personas viven con ingresos inferiores a 644€ al mes, es decir, por debajo del umbral que marca la pobreza más extrema.
La carencia material y social severa (CMSS), que mide la imposibilidad de acceder a determinados bienes y servicios básicos, afecta al 10,8% de la población canaria, unas 241.785 personas, frente al 8,3 % en el conjunto de España. Aunque este indicador mejora ligeramente respecto a 2023 (11 %), sigue reflejando la vulnerabilidad de muchos hogares.
Casi el 60% de los canarios tiene dificultades para llegar a fin de mes
En cuanto a la baja intensidad en el empleo (BITH), que hace referencia a las personas que viven en hogares donde se trabaja menos del 20 % del potencial total de empleo, la tasa desciende al 10,4%, lo que equivale a 232.830 personas. Este descenso de 3,9 puntos respecto a 2023 (14,3 %) convierte a Canarias en una de las comunidades con mayor reducción del indicador, aunque todavía se mantiene por encima de la media nacional (8%).
Uno de los datos más positivos es el de la pobreza energética, que se reduce casi 10 puntos: pasa del 27,6 % en 2023 al 18% en 2024, lo que supone que unas 403.000 personas no pueden mantener su vivienda a una temperatura adecuada.
A pesar de esta mejora, la realidad económica sigue siendo precaria: el 57,4 % de la población (1,28 millones de personas) declara tener dificultades para llegar a fin de mes, frente al 47,4% de media estatal y el 48,9% no puede hacer frente a gastos imprevistos.
La pobreza se ceba con los colectivos vulnerables
Asimismo, el informe constata que la pobreza tiene un fuerte sesgo de género y edad: afecta al 25,6% de las mujeres (unas 363.000), dos puntos más que entre los hombres (23,6%) y, además, los datos de pobreza infantil siguen siendo alarmantes con un 40,2% de niños, niñas y adolescentes que viven en riesgo de pobreza o exclusión social, una de las tasas más altas del Estado.
Asimismo, entre las personas mayores de 65 años, la pobreza se sitúa en torno al 23,4 %, lo que refleja cierta mejora gracias al efecto de las pensiones y las prestaciones sociales. En cuanto a las personas desempleadas, alcanza el 60,8%, mientras que entre quienes tienen alguna discapacidad asciende al 42,3%.
La vivienda, determinante en la pobreza y la exclusión social
El informe dedica un apartado específico a la crisis de la vivienda, identificándola como uno de los factores más determinantes en los procesos de pobreza y exclusión social.
Entre 2014 y 2024, el precio medio de los alquileres en Canarias ha aumentado un 68,1%, muy por encima del incremento estatal (39,3 %) y del aumento medio de las cuotas hipotecarias (20,1 %).
El 17,7 % de la población (casi 400.000 personas) declara haber tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal o en compras a plazos.