Son muchas las mujeres que han hecho compatible una carrera deportiva que exige resultados y buenos tiempos con otro reloj, en este caso el biológico y los deseos de ser madre. Este reportaje de Natalia Cuéllar, emitido en la semana del 8M, ha abordado precisamente algunas de las dificultades que encuentran estas deportistas para hacer compatible el proceso del embarazo y parto con la exigencia de resultados en su ámbito deportivo.
Entre los testimonios recogidos está el de Alicia Martín, ginecóloga del Complejo Hospitalario Universitario Materno Infantil de Gran Canaria, que ha reconocido que «las deportistas están en unas condiciones físicas superiores a la media de la ciudadanía, que favorecen su recuperación». Sin embargo, «ha recordado que el embarazo es igual para todas».
Incomprensión
Es habitual que muchas de estas deportistas sufran la incomprensión de su entorno por querer seguir entrenando, o por incorporarse a la práctica deportiva con muy poco margen desde el parto. También es habitual que sean víctimas de la incomprensión por las dificultades de alcanzar los resultados previos, como ya le sucedió a Lorena Téllez, una jugadora de voley que tuvo que enfrentarse a un desacertado comentarista que criticó su lentitud en el juego y la necesidad de recuperar su peso tras un embarazo.
Embarazos y títulos
Durante muchos años, el embarazo ha sido abordado en la competición deportiva prácticamente como una enfermedad. Sin embargo, las pruebas demuestran que bajo supervisión, es posible competir y tener resultados. Prueba de ello ha sido la tenista Serena Williams, que ganó el Open de Australia, su 23° Gran Slam, embarazada de 8 semanas.