La vuelta de Siria se daba por hecho y ninguno de los 22 países participantes en la Liga Árabe ha objetado a pesar de que algunos habían expresado sus reservas
Los ministros de Asuntos Exteriores de la Liga de Estados Árabes o Liga Árabe reunidos este domingo en El Cairo han acordado readmitir a Siria en la organización, según fuentes citadas por varios medios árabes.
«Las delegaciones gubernamentales de la República Árabe Siria reanudarán su participación en las reuniones de la Liga Árabe», recoge la decisión aprobada por unanimidad por los ministros árabes reunidos en la capital egipcia.
El ministro de Asuntos Exteriores de Egipto y presidente de la 159ª sesión del Consejo de la Liga de Estados Árabes, Samé Shukri, ha destacado que «todas las fases de la crisis siria han demostrado que no existe una solución militar, que no hay vencedor ni vencido», destaca el diario estatal egipcio ‘Al Ahram’.
Shukri ha recordado que Egipto ha advertido en los últimos años, desde el inicio de la guerra, de las repercusiones de un conflicto armado en Siria y de lograr una victoria militar.
Esperanzas de un futuro mejor
Por ello ha defendido «lograr un consenso nacional de los hermanos sirios, construir confianza y continuar con las reuniones de la Comisión Constitucional de forma coherente con las referencias internacionales y la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de forma que se satisfagan las aspiraciones del pueblo sirio y sus esperanzas legítimas en un futuro mejor y que gearantice la unidad, soberanía, integridad territorial y arabismo de Siria».
Además, el proceso debe «terminar con todas las manifestaciones de la injerencia extranjera en sus asuntos internos, lograr la eliminación de todas las formas de terrorismo, de sus organizaciones y de la ideología extremista sin excepción y propicie un entorno apropiado para el regreso seguro de los refugiados y desplazados y abra la vía a la construcción y el desarrollo para mejorar la estabilidad en el mundo árabe y en toda la región».
La readmisión de Siria se daba ya por hecha el sábado. «La decisión de readmitir a Siria ha sido tomada sin objeciones de ninguno de los 22 países miembros», explicaron fuentes citadas por el diario estatal egipcio ‘Al Ahram’.
Expulsión de Siria de la Liga Árabe
El Gobierno del presidente sirio, Bashar al Assad, fue expulsado en 2011 tras la represión de las protestas y el estallido de la guerra civil, en la que varias potencias árabes apoyaron a los rebeldes sublevados.
Las milicias opositoras continúan controlando el norte del país y en el noreste existe una administración autónoma kurda, pero la situación es de calma desde hace meses. Con la decisión de este domingo, se rompe gran parte del aislamiento internacional del régimen de Al Assad, que podía volver a asisitr a una cumbre de la Liga Árabe, la primera desde 2010.
La readmisión ha sido a iniciativa de Arabia Saudí, que acoge la cumbre anual de la Liga prevista en Yeda para dentro de dos semanas y quiere darle una especial relevancia a la cita. «Hay un fuerte deseo (saudí) de que esta cumbre propicie la vuelta de Siria», ha explicado la fuente diplomática cairota.
Sin embargo, países como Qatar y Marruecos habían expresado sus reservas, pero finalmente parecen haberse convencido de que la exclusión de Damasco ha aportado poco para sus intereses.
Un nuevo enfoque
«Era necesario un enfoque distinto y los países árabes han pedido algunos gestos de Al Assad dirigidos a la oposición a pesar de que no estaba muy dispuesto», ha reseñado el diplomático citado por ‘Al Ahram’, quien ha estado trabajando en Siria.
La reincorporación de Siria a la organización significa un nuevo paso en la normalización de las relaciones de Siria con el mundo árabe, después de que esta semana se hayan reunido los ministros de Exteriores de Jordania, Arabia Saudí, Irak y Egipto con su homólogo sirio en Amán.
Al Assad no ha mostrado hasta ahora disposición alguna a un cambio político en el país, una posibilidad que parece aún más alejada gracias al apoyo de Irán y Rusia y a la disposición de varios países de la región de reconocer que se mantiene firmemente al frente de Siria, pese a que el país está sumido en una profunda crisis y prácticamente devastado por la guerra.
El presidente sirio ha intentado sin embargo acercarse a otras capitales para obtener apoyos y, especialmente, financiación para reflotar la economía siria y empezar la reconstrucción. En este contexto, ha utilizado los terremotos registrados en febrero en el sur de Turquía, que dejaron miles de muertos en el país árabe, como punta de lanza para reclamar fondos y ayuda internacional.