Filomena ayudó a que en Tamadaba se hayan regenerado casi al cien por cien las especies afectadas.
Las lluvias de enero llenaron las presas de Gran Canaria y de paso regaron una tierra seca y quemada por el fuego. Los brotes verdes del incendio de 2019 son ya más que brotes. En Tamadaba se ha regenerado casi al cien por cien las especies afectadas.
El verde se abre paso entre la ceniza tras un año y medio y una borrasca.
Artenara fue uno de los municipios más damnificados por el incendio forestal de 2019, ya que afectó a más del 60% de su territorio. Quique Díaz, vio como el fuego arrasaba con el ganado y los cultivos de sus vecinos.
El Teide es testigo de cómo Filomena, además de teñirlo todo de verde, ha regado las medianías y cumbres, y ha dejado los embalses de esta zona de Gran Canaria llenos. Tanto, que los regantes de las presas de Los Pérez, Lugarejos y Las Hoyas tienen aseguradas 30.000 horas de agua.