El directo y guionista, que figura entre los más taquilleros de España, fue uno de los más prolíficos creadores de películas en la época de la Transición y el destape.
La saga Ozores llora hoy la pérdida del director y guionista de la familia, Mariano Ozores. Fallecía este miércoles a los 98 años en su domicilio de Madrid. Ozores, hermano del aclamado actor Antonio Ozores, fue uno de los directores con más películas rodadas, y también las más vistas de la historia del cine español. Hizo reír a todo el país en la época de la Transición y el destape.

Máximo representante del ‘landismo’
Nacido en Madrid, Mariano Ozores proviene de una familia de artistas. Sus padres eran actores y tenían su propia compañía de teatro. Allí debutó el joven Mariano en el mundo de la interpretación sin mucho éxito. Sus primeros escritos humorísticos los hace para sus padres y para la revista satírica La Codorniz junto a sus dos hermanos.
Este contacto con el humor será su sello personal a partir de entonces. En 1952 comienza su carrera como guionista y en los 60 se inaugura como director. A partir de aquí su trayectoria fue al alza, convirtiéndose en uno de los realizadores más aclamados en taquilla. Producía entre tres y cuatro películas por año y trabajó con algunos de los nombres más relevantes de la época, como José Luis López Vázquez, Alfredo Landa, Concha Velasco o Lina Morgan.
Precisamente fue Alfredo Landa el que le dio nombre a uno de los géneros que le daría más relevancia: el ‘landismo’. Ozores escribió en los 70 decenas de guiones cargados de humor popular y cierto erotismo blando (aunque algo escandaloso para la época).

Rodó casi un centenar de cintas. Según la Academia de Cine, es el segundo director en España con más películas a su nombre, 96 en total. Es artífice de títulos tan conocidos como la protagonizada por Andrés Pajares ‘Cristóbal Colón, de oficio… descubridor’ o ‘La loca historia de los tres mosqueteros’, con Martes y Trece.
La época del destape también supuso un filón para este director, que se sumó a la moda de utilizar a las mujeres desnudas como reclamos en las salas de cine.
En 2016 recibió el Goya de Honor a toda una vida dedicada al cine español.