Las películas de la cineasta argentina y el cineasta turco se presentaron el pasado viernes en la capital grancanaria

Lo que prometía ser un descanso, se convierte en una experiencia opresiva y perturbadora. El thriller La Quinta de Silvina Schnicer (Argentina, España, Chile, Brasil, 2024, 99 min.) se estrena en Europa en el marco del Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria.
En un entorno apacible que oculta tensiones profundas, La Quinta invita a observar una comunidad atrapada entre el miedo, los secretos y el peso de sus decisiones. Silvina Schnicer, directora de este drama rural donde la calma familiar se corrompe lentamente, compartió con la prensa en el Auditorio Alfredo Kraus que “el inicio de todo fueron recuerdos que tengo de pasar vacaciones con mi familia en una casa de veraneo en las afueras de Buenos Aires”.
Película de Schnicer
Son recuerdos personales y personajes reales basados en su familia. Cada personaje, dijo, “nace de mí”, en el caso de la niña, de sus hermanos y de sus padres, porque su motivación cuando escribe, señaló, “es hacerlo desde recuerdos muy propios e íntimos”. Pero es cierto que, a medida que pasa el tiempo, a través de la escritura, proceso que reconoció ama, “empiezan a tomar otro lugar y se desprenden de mí en un punto y pasan a ser autónomos”.
En la cinta, Rudi (Sebastián Arzeno), Silvia (Cecilia Rainero) y sus tres hijos buscan escapar de la rutina urbana refugiándose en su casa de campo. Esta quinta, “es solo un lugar de cobijo o redención en un contexto verde que ayuda a descubrir en los personajes cuestiones que quizá de otra manera no saldrían a flote”, dijo la realizadora que recalcó no le gusta “salirse del lugar donde sucede la historia”.
Los niños, explicó, “son la clave de todo, los verdaderos protagonistas”. Durante el rodaje “fuimos de la mano con ellos” porque con cada uno fue muy particular el trabajo. “Eran mundos distintos y había que trabajarlos de formas distintas”.
Tercer largometraje
El tercer largometraje de la cineasta argentina, que compite en la Sección Oficial del 24 FICLPGC, aborda el miedo hacia el otro, representado en ciertos imaginarios por las clases sociales más desfavorecidas, apoyándose en el suspense y lo misterioso, aquello que no responde a la lógica racional.
Premio Especial del Jurado Marrakech 2024, además de competir en el apartado oficial del Festival Mar del Plata, la trama de La Quinta sigue a una familia que se retira a su casa de campo para pasar las vacaciones de invierno. Una historia en la que tienen mucha importancia los puntos de vista, y también lo que se oculta. Un trabajo con el suspense “para catapultar una historia hacia una ficción que coquetea con el género”, dijo la cineasta. Siempre con una mirada cargada de enigmas de manera persistente.
Largo proceso
Diez años pasaron desde que escribió la primera versión del guion hasta que pudo rodar. Un proceso que fue muy largo, pero cuando llegó el rodaje “terminó encontrándose con la historia que quería contar”, admitió.
Películas en el festival
La odisea de volver a trabajar al campo (Siverek), después de haberlo perdido todo en la ciudad (Esmirna). Murat Firatoglu ha protagonizado un debut a lo grande como realizador independiente, sosteniendo esta premisa en su One of Those Days When Hemme Dies (2024, Turquía, 83 min.). Premio especial del jurado en la sección Orizzonti del Festival de Venecia, y premio a mejor película y también ganador de la distinción del jurado en el festival turco de Adana, Firatoglu convirtió su historia en todo un ejercicio de gestión del tiempo en la pantalla. Su film transcurre en un único día, y en torno al conflicto del capataz, Hemme, con unos jornaleros que no han cobrado su salario. Ahora se presenta como parte de la Sección Oficial del Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria.

Abogado reconvertido en director de cine, el realizador turco es, además, el actor protagonista de One of Those Days When Hemme Dies. Y su principal productor. Todo, para centrar el film en una situación límite, en la que la reacción de su personaje aparece absolutamente condicionada por la frustración y la ira. Firatoglu lo apostó todo por su idea, involucrando a familiares y amigos en el rodaje, y ajustando su idea original a los recursos de los que pudo ir disponiendo durante la empresa, en un audaz ejercicio de cine independiente entre lo urbano y lo rural.
“Uno de los temas que siempre me han impactado es cómo un trabajador que recibe un maltrato o un insulto debe continuar trabajando en el mismo lugar”, confesó el cineasta ante los medios de comunicación, en el encuentro que se llevó a cabo este 2 de mayo, en el Auditorio Alfredo Kraus. Y una pieza que regala al público varias imágenes de gran belleza plástica. El director se esmeró en convertir en todo “un festival visual” la cosecha del tomate en su aldea, uno de los grandes momentos del film.