La delegada de gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, ha analizado en Buenos Días Canarias, las medidas propuestas en el Comité de Crisis celebrado el lunes tras el incremento de asesinatos machistas.
La cifra de mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas en lo que va de año supera ya el cómputo de todo el año pasado. A fecha de 4 de septiembre, han sido 42 las mujeres asesinadas en crímenes de violencia de género, frente a las 30 del mismo periodo del año pasado. Para analizar caso por caso, el denominado Comité de Crisis se ha reunido por tercera vez desde que se acordara su creación tras la Conferencia Sectorial celebrada en Tenerife en julio de 2022. Este encuentro, en el que hay representación del propio Ministerio, Comunidades Autónomas, Interior, Justicia, delegaciones de Gobierno y Fiscalía, analiza pormenorizadamente las circunstancias en las que se produce cada asesinato, para trabajar en las posibles grietas en la red que protege a las mujeres.
La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género en funciones, Victoria Rosell, ha afirmado que cuando se produce un asesinato machista estamos ante «un agujero que es necesario remendar». Para ello, en esta reunión del comité de crisis, se han planteado aspectos que ya han salido en otras ocasiones, como el facilitar a las víctimas la posibilidad de que conozcan los antecedentes de sus parejas o ex parejas con un consentimiento informado. Otra de las medidas tiene que ver con la renovación del permiso de armas, de tal manera, ha dicho, que «el test psicológico pueda tener algún tipo de perspectiva de género», dado – además- que dos de los crímenes de este verano han sido con armas de fuego.
La separación, momento crítico
Rosell ha afirmado que otra de las medidas que se ha planteado en este Comité tiene que ver con el especial riesgo que sufren las mujeres en dos momentos críticos: el de la comunicación de la ruptura y el de la recogida de enseres en una separación. En ese sentido, la delegada ha afirmado que se ha propuesto institucionalizar un acompañamiento para las mujeres en este último caso, sin necesidad de que sea necesaria una certificación judicial.
El papel de la sociedad
Victoria Rosell ha confesado que le entristece ver que «con cada asesinato, hay infinidad de veces en las que el vecindario, el entorno o incluso las propias instituciones reconocen que un asesinato se veía venir». Ha recordado, por eso, que cada mujer asesinada es una «grieta en el sistema» y de ahí que sea tan importante seguir haciendo pedagogía sobre la importancia de que cualquier persona llame al 016 para advertir de un caso, aunque no sea víctima directa.
Más víctimas que ETA
Victoria Rosell también se ha referido al negacionismo de la violencia de género. Ha reconocido que tenemos ahora un «repunte y una reacción tremenda de éste frente a los avances en derechos humanos». Se ha referido también a quienes diluyen las políticas de igualdad en otros ámbitos a los que recuerda que «desde hace años sabemos que la violencia de género requiere de una atención específica como lo requieren las especialidades médicas ante una patología». Además ha insistido en que el negacionismo «es cómplice y encubridor de la violencia de género».
En su opinión, «la ciudadanía debe reflexionar sobre el hecho de que el terrorismo machista ha dejado más muertes que la banda terrorista ETA», todo ello «sin ocultar otras violencias como la sexual, que tanto debate social ha generado», en referencia al beso no consentido de Luis Rubiales.