Un proyecto para secuenciar todo el genoma de la Tierra

La investigación aspira a analizar el genoma de todas las formas de vida de la Tierra para obtener el ‘atlas genético’ más completo de la biodiversidad del planeta

El planeta se encuetra en la sexta extinción masiva por culpa de la acción humana y esta investigación busca conservar un legado genético para las futuras generaciones antes de que desaparezcan

5.000 científicos para secuenciar todo el genoma de la Tierra
5.000 científicos para secuenciar todo el genoma de la Tierra. IBE Barcelona.

Se llama Earth BioGenome Project (EBP) y está integrado por más de 5.000 científicos de todo el mundo, unidos con un objetivo común: secuenciar el genoma de todas las formas de vida de la Tierra para obtener el ‘atlas genético’ más completo de la biodiversidad del planeta.

La iniciativa acaba de superar con éxito la fase de pruebas y comienza ahora el trabajo a gran escala.

El genoma de todas las especies de la Tierra

La finalidad del proyecto es secuenciar el genoma de los casi dos millones de especies de plantas, animales y hongos que se han descrito en la Tierra.

Hasta ahora solo se han secuenciado el 0,5 por ciento.

Lo más especial del proyecto, para su coordfinador, Harris Lewein, es «el entusiasmo de los científicos que lo han puesto en marcha y que están coordinando la mayor iniciativa de la historia de la biología». Además, claro está, de los beneficios que reportará un estudio de tal envergadura.

Una red de redes

El EBP es una red de redes. Una iniciativa integrada a partir de proyectos científicos específicos, locales o nacionales que se han ido sumando a este esfuerzo global como si fuera un puzzle.

«Surgió como una iniciativa sin presupuesto. Una unión de científicos que trataban de coordinarse para secuenciar genomas y asegurar que esa información fuera útil y accesible para todo el mundo». Según explica Tomás Marqués-Bonet, investigador ICREA en el Instituto de Biología Evolutiva (IBE).

Actualmente, el EBP está integrado por grandes proyectos como el Darwin Tree of Life, ideado para secuenciar el genoma de las 66.000 especies de las islas británicas. El Proyecto 10.000 Genomas de Aves o el Proyecto California Innitiative son otros ejemplos de esta vía de investigación.

Todo ello, además de consorcios como el European Reference Genome Atlas (ERGA), que coordina el trabajo de los grupos europeos como el ERGA-Spain.

5.000 científicos de 44 instituciones en 22 países

En total, el proyecto incluye a 5.000 científicos y personal técnico de 44 instituciones de 22 países de todos los continentes, salvo la Antártida.

El primer organismo español que se unió a la iniciativa fue el Institut de Estudis Catalans (IEC) pero ahora ya hay científicos de todo el país. El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) o el Centro Nacional de Análisis Genómico (CNAG) se han incorporado al estudio.

Montserrat Corominas, bióloga de la Universidad de Barcelona, subraya que es importante que España esté presente en el proyecto, no solo por su importancia global, sino porque «somos el país con más biodiversidad de Europa con lugares tan variados como Canarias, el desierto, el Atlántico o el Mediterráneo».

Un legado genético

Para Marqués-Bonet, secuenciar el genoma de las especies de la Tierra es esencial. «La biodiversidad está en riesgo. Desde hace tiempo sabemos que estamos en la sexta extinción masiva por culpa de la acción humana y que las especies están desapareciendo a ritmo nunca visto desde que se tienen registros, por eso es importante el EBP, para conservar un legado genético para las futuras generaciones antes de que desaparezcan».

Y es que con cada especie que desaparece no sólo perdemos biodiversidad, sino también «la oportunidad de aprender algo que puede ser importante para los humanos y para nuestra salud o economía», advierte el biólogo.

Esta pandemia, por ejemplo, nos ha demostrado lo importante que es conocer nuestro entorno: «Si no hubiéramos secuenciado el virus que causa el covid, no podríamos hacer PCRs, ni conoceríamos las variantes como el ómicron», explica Corominas.

«Y si hubiéramos tenido secuenciadas todas las especies que sabemos que transmiten el covid, habríamos determinado antes cuál es la base genética de los genes implicados. Por qué unos lo transmiten y otros no, por qué unos enferman más y otros no…», añade Marqués-Bonet.

Genoma de la Tierra en una década

Para hacer el proyecto, los científicos y técnicos deben recoger las muestras, documentarlas y conservarlas en biobancos.

Después, extraen ADN y lo secuencian siguiendo unos estándares para que la información obtenida sea comparable y legible para todos. Por último, se clasifica digitalmente en bancos de datos accesibles para todo el mundo.

Desde que comenzó el proyecto, en 2018, se han secuenciado unas 200 especies (representativas de toda la biodiversidad). Una vez estudiadas, se clasifican en grupos taxonómicos que ayudan a catalogar la biología (especie, género, familia, orden, etc).

Para este año, el EBP espera secuenciar el genoma de cerca de 3.000 familias taxonómicas. Algo que permitirá tener al menos un representante de cada familia. A partir de ahí, se irá ampliando hasta completar el atlas genómico de la biodiversidad del planeta en la próxima década.

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