Aunque aún es pronto para tener cifras concretas, todo apunta a unos buenos datos turísticos con la esperanza puesta en el turismo peninsular y local
A priori, la Semana Santa dejaría buenos datos turísticos en Canarias. La guerra de Ucrania podría afectar al sector pero de momento el Archipiélago no lo nota. La conectividad cuenta con un número de operaciones superiores a las de 2019. Las reservas se han ralentizado un 30%, pero no se han producido cancelaciones masivas.
La consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla, ha confirmado que las plazas programadas en las islas están por encima de las de 2019. Un hecho que ha calificado de positivo. Eso sí, aclara que lo importante es que esas plazas vengan llenas, «y ya estamos trabajando en campañas promocionales para que eso ocurra».
Marzo cerrará con una ocupación de en torno al 70%. La situación geográfica de la islas y las medidas contra la pandemia se han aliado para posicionar a Canarias como un lugar estratégico. Se trata de un destino refugio para que aerolíneas y touroperadores elijan el Archipiélago una vez más.
De cara a abril, el todo parece indicar que un año más los protagonistas serán los turistas locales y peninsulares. Así lo señala el presidente de la FEHT, José María Mañaricua. Dice que Canarias tiene la oportunidad de sumar al turismo internacional, el turismo residente canario, «el cual nos ayudará a tener unas buenas ocupaciones».
Una postura a la que se suma la consejera Yaiza Castilla, quien añade que el objetivo del Gobierno de Canarias es que el Archipiélago sea el referente y el destino a elegir por todos los canarios para esta Semana Santa. «Las perspectivas, en ese sentido, son bastantes positivas», subrayó.
El sector también está pendiente de la subida del precio de los carburantes y la crisis de los transportes que podría incidir en la cuenta de resultados de los hoteleros.