Los viajeros vacunados pueden entrar en Malasia sin necesidad de cuarentena a partir de este viernes, después de dos años de cierro fronterizo
Malasia reabrió este viernes sus fronteras tras dos años de cierre por la pandemia de la covid-19. Se suma a otros países del Sudeste Asiático que han dado pasos similares en un intento de adaptarse a la “fase endémica” del virus.
Una de las escenas que mejor representa la reapertura son las largas colas de automóviles y personas a pie cruzando el puente que separa la ciudad malasia de Johor con la ciudad-Estado de Singapur. Un lugar transitado antes de la pandemia diariamente por unas 300.000 personas y que quedó sellado el 17 de marzo de 2020.
“Siento que volvemos a la normalidad, a cómo era hace dos años”, decía Vijay Manogaran al atravesar el cruce a primera hora del viernes, junto a miles de personas.
Malasia elimina las cuarentenas a viajeros
Desde la pasada medianoche, todos los viajeros vacunados pueden entrar en Malasia sin necesidad de guardar cuarentena. Los no vacunados, por su parte, deberán seguir los protocolos impuestos por las autoridades.
Además, el ocio retoma la normalidad en este país de mayoría musulmana. Para asegurar la celebración del Ramadán, los restaurantes podrán servir comida después de la medianoche, desde este viernes hasta el 2 de mayo.
El primer ministro malasio, Ismail Sabri Yaakob, destacó que esta medida favorece la recuperación económica tras los estragos causados por la pandemia.
El país superó a inicios de mes el pico de su mayor ola de contagios, vinculada al impacto de la variante ómicron. En la actualidad, acumula unos 4,18 millones de casos confirmados, incluidas alrededor de 35.000 fallecidos.
80% de población vacunada
Casi el 80 por ciento de la población malasia está vacunada con al menos dos dosis, lo que da confianza a las autoridades para impulsar la reapertura.
Malasia se suma a otros países vecinos, como el mismo Singapur, que desde hoy también permite la entrada libre a todos los viajeros vacunados. Otros como Filipinas y Tailandia, también han iniciado su transición hacia la “fase endémica” del virus, lo que contrasta con la política de cero contagios aún prevalentes en China y Hong Kong.