El delantero del Tenerife Mario González contabilizó su sexta diana del curso tras firmar este lunes el gol de la victoria (0-1) del conjunto canario en el campo del Girona
El Tenerife demostró el porqué es el mejor visitante de la categoría de plata y dio un nuevo paso de gigante hacia el playoff de ascenso a Primera, este lunes, a costa de un Girona (0-1) que se complica su presencia en la promoción porque ya solo tiene un punto más que el séptimo.
El último partido de la 39ª jornada se resolvió con un gol de Mario González, el cuarto en los últimos cinco encuentros. Sirvió para que el Tenerife se reafirmara en la cuarta plaza, para que sumara su cuarto triunfo en cinco jornadas.
El Girona, quinto, hizo méritos para no perder, pero encajó su tercera derrota en cinco encuentros y deberá mejorar para disputar su tercer playoff seguido y el sexto de su historia, aunque, por ahora, continúa dependiendo de sí mismo.
El Girona llevó el peso del duelo
La intensidad fue muy elevada desde el silbido inicial. El Girona, dominador incontestable del balón (66% de posesión en la primera mitad), llevó el peso del duelo, pero el encuentro amaneció con dos acercamientos claros del Tenerife.
El Girona, obligado por la notable dinámica de sus tres perseguidores (Oviedo, Ponferradina y Las Palmas), despertó con un chut de falta de Álex Baena que se perdió por encima del larguero y con un remate desviado de Cristhian Stuani.
En el primer acto, el Girona tuvo su ocasión más clara en el minuto 19: la defensa tinerfeña rechazó el balón tras una gran acción de Baena, el esférico cayó en los pies de Iván Martín y el vasco chutó con fuerza desde el punto de penalti, pero Juan Soriano repelió la pelota de forma providencial.
Mientras el Girona monopolizaba el balón, el Tenerife se defendía en su campo, tranquilo, y aguardaba sus opciones de salir rápido al contraataque. El 0-1 llegó en el 40′, cuando Enric Gallego colocó un centro preciso al corazón del área y Mario González aprovechó la salida defectuosa de Juan Carlos Martín para gritar gol, de cabezazo ajustado al palo derecho.
Los locales estrecharon el cerco sobre el arco blanquiazul en la segunda mitad
La primera mitad, marcada por la superioridad local y decantada por la eficacia visitante, acabó con Montilivi exigiendo un penalti sobre Arnau Martínez y la segunda nació con un chut del defensa. Su tiro superó a Juan Soriano, pero un defensa rechazó el balón cuando Montilivi ya se levantaba.
Los catalanes, enfadados con el árbitro y las pérdidas de tiempo, acentuaron su control tras el entretiempo y también estrecharon su cerco sobre el arco visitante, y todavía más con la entrada de Samu Sáiz por Bernardo Espinosa en el 65′.
El equipo pudo empatar con un cabezazo de Arnau a saque de córner y con un disparo de Stuani que un defensa desvió justo antes de que rebasara la línea de gol, pero cayó, una vez más, por su poca eficacia. Y los tres puntos volaron Tenerife.
