El Instituto de Estudios Científicos en Momias enmienda un error que se había producido con unos restos óseos. Estaban catalogados como un minero cubano, pero es una momia guanche
Los restos óseos de un minero cubano son, en realidad, una momia guanche. Una investigación del Instituto de Estudios Científicos en Momias así lo ha determinado.
Esta momia lleva en Cuba desde el siglo XIX, y tras pasar por varios museos, ahora está en el Museo Antropológico Montané en La Habana.
Los expertos aseguran que la colación de las clavículas, la posición de la cabeza o sus manos extendidas eran características de los enterramientos guanches, y no de un minero peruano como se había clasificado en un principio. Ahora se ha conseguido que la momia guanche esté valorada y contextualizada.
Gracias a los acuerdos con el Consejo Nacional del Patrimonio Cubano, desde el recién fundado Instituto de Estudios Científicos en Momias siguieron las pruebas académicas que confirmaron la hipótesis.
¿Cómo llegaron a La Habana los restos de este aborigen de Tenerife?
El doctor Gordillo, de origen grancanario, vivía en La Habana. La momia fue llevada hasta su gabinete médico para servir de estudio. Era una práctica habitual en la época, ya que Cuba aún era colonia española.
Tras la muerte de Gordillo, los restos pasaron por diferentes gabinetes y se produjo su errónea catalogación. Pendiente de conocer su datación, podría solicitarse que regrese a Canarias, pero es algo poco probable.