¿Las mejores baladas?: las del heavy metal

Tienen una estética y ritmos duros, pero para muchos, no hay canciones más románticas que las de Scorpions. El heavy despierta amores y fobias casi a partes iguales. Este 16 de mayo celebra su día y vamos a repasar su historia.

En los 50 a alguien se le ocurrió una idea sencilla pero histórica: distorsionar una guitarra. No sabemos la fecha exacta, pero sí que en ese gesto está el germen de un género musical. El heavy metal le debe su historia al blues, al rock y hasta a la música clásica. Repasamos su historia, características y subgéneros.

Foto de la banda heavy Manowar para ilustrar una noticia del Día Mundial del heavy metal. Europa Press
Foto de una de las bandas heavy más famosas, Manowar, para ilustrar una noticia del Día Mundial del heavy metal. Europa Press

Las precursoras

Decíamos que no sabemos el momento exacto en el que alguien rompió el sonido de una guitarra, pero sí cuando se escuchó en un disco por primera vez. Se grabó en 1951 en el sencillo Rocket 88 de Ike Turner & His Kings of Rhytm. El artífice fue Willie Kizart, quien, según se dice, provocó la distorsión accidentando una de las válvulas de salida de un amplificador Fender.

Esta historia forma parte de las leyendas de la música, pero si así fue, podríamos poner aquí la semilla del género musical que revolucionó décadas después el panorama musical: el heavy metal.

La distorsión de guitarra es su característica principal. Por eso, una canción de Los Beatles está considerada como la primera de su historia. Es Helter Skelter. Grabada en 1968, tiene un sonido duro, sucio, lleno de ruido y distorsión. Algo parecido podemos decir de su letra, relacionada con el caos y la destrucción. Algo salvaje decía el propio McCartney. Más tarde el asesino Charles Manson la escucharía como un presagio del Apocalipsis, lo que la convertiría en una especie de canción maldita.

The Beatles son para muchos los creadores de la primera canción heavy de la historia. En la foto está en The Cavern, donde llegaron a tocas más de 200 veces. Europa Press

The Beatles son para muchos los creadores de la primera canción heavy de la historia. En la foto está en The Cavern, donde llegaron a tocas más de 200 veces. Europa Press

No hay consenso sobre si es la primera canción heavy, sobre todo porque al año siguiente, en 1969, llegó otro clásico del género: The Nail Song, de Pink Floyd. Fue el primer (y único) escarceo de la banda con estos sonidos oscuros. Ellos mismo reconocieron que producirla fue la forma de darse cuenta de que ese no era su camino. Aún así, le marcaron la senda e inspiraron a los que vendrían.

Evolución

En esto sí existe más acuerdo. La banda inaugural del heavy es Black Sabbath (nombre sacado de una película de terror). Mientras bandas ya muy conocidas en esos años como Los Beatles y Pink Floyd hacían sus pinitos con las distorsiones, unos jóvenes británicos escribían sobre ocultismo y terror. Tony Iommi a la guitarra, Ozzy Osbourne como vocalista, Geezer Butler al bajo y Bill Ward a la batería, se subían a los escenarios por primera vez en 1968.

El público cayó rendido a los pies de esos sonidos graves y en pocos años ya cosechaban discos de oro y platino.

En los inicios de este grupo se pueden ver los orígenes del género relacionados con el blues. La banda comenzó cuando el guitarrista Tony Iommi y el baterista Bill Ward buscaban integrantes para formar una banda de blues rock en Aston, Birmingham. La voz del cantante, el nombre de la banda y los temas esotéricos hicieron el resto.

Les siguieron nada menos que nombres como Deep Purple,​ Budgie, ​Coven, Pentagram,​ Sir Lord Baltimore o Led Zeppelin. A pesar de estar en la época del flower power y la cultura hippie, estos sonidos comenzaron a ser muy populares.

Los temas son otra de las características del heavy. Más allá del amor y el baile, Black Sabbat dedico sus canciones a temas sociales como la corrupción política, el uso de las drogas y el exilio. 

Estaban aún algo encerrados en Reino Unido, donde se concentraban nombres que forman parte de la historia en mayúsculas del género como Blue Öyster Cult, Aerosmith, Scorpions, AC/DC, Judas Priest, Nazareth, Kiss, Diamond Head o Iron Maiden.

Esta furia musical era imposible de contener y, aunque con la lentitud propia de un mundo sin internet, terminó invadiendo las radios de todo el mundo. Slayer nace en 1981 en California. Entramos así en la década dorada del género. En los 80 surgen bandas en todos los continentes: Def Leppard, Van Halen y Metallica, Motörhead, Anthrax, Death, Helloween, Venom (su álbum Black Metal le dio nombre al género), Dio, Dream Theater, King Diamond, Carcass, Meshuggah, Testament, Exodus, Kreator, Mercyful Fate, Sodom, Bathory, Obituary, Mayhem… Son solo algunos de los nombres que destacan de estos años en los que no se para de experimentar con el sonido. Se crean nuevos estilos y variantes, subgéneros que inaugurarían muchas de estas bandas en Estados Unidos, Suecia, Alemania o Polonia, entre otros.

Fueron precursores para otras tantas en los 90 y los primeros 2000 como Megadeth, Pantera, Korn, Tool, Cannibal Corpse, Napalm Death, Rammstein, Nightwish, Behemoth, Children of Bodom, Opeth, Lamb of God, Emperor, Amon Amarth, Immortal, Cradle of Filth, Darkthrone, Immolation, Overkill, Entombed o Suffocation.

En nuestros días siguen sonando muchas de ellas, a las que les suman las nuevas generaciones. Es el caso de Inhaler, una banda británica liderada por Elijah Hewson, hijo de Bono (U2), Shame, Jinjer o Electric Callboy.

En estas bandas podemos escuchar algún nombre femenino. Porque tal vez a estas alturas a alguien le haya surgido una duda, ¿hay mujeres en el género?

Mujeres en el heavy

La respuesta a la pregunta anterior es simple: sí. Tienen hasta reina. Doro Pesch, líder de la banda Warlock, fundada en 1982. Luego continuó en solitario.

Otra de las pioneras fue Lita Ford, legendaria guitarrista de The Runaways, quien, tras su paso por la influyente banda femenina de los años 70, emprendió una exitosa carrera como solista, consolidándose como una figura clave del hard rock y el heavy metal.

En el ámbito del metal sinfónico, la soprano lírica Tarja Turunen redefinió los estándares del género durante su etapa como vocalista de Nightwish. Su potente voz de formación operística abrió un nuevo camino para el metal melódico, fusionando majestuosidad clásica con intensidad eléctrica.

Otra figura revolucionaria es Angela Gossow, ex-vocalista de Arch Enemy, quien se convirtió en una de las primeras mujeres en liderar una banda de death metal con una voz gutural poderosa y una presencia desafiante. Su rol fue clave para abrir espacio a más mujeres en los géneros más extremos del metal.

Desde Italia, Cristina Scabbia, co-vocalista de Lacuna Coil, ha conquistado escenarios internacionales con su voz distintiva y su carisma escénico. Bajo su liderazgo, la banda ha logrado fusionar el metal gótico con sonidos contemporáneos. Scabbia también ha colaborado con reconocidas agrupaciones como Megadeth, Apocalyptica y Ayreon.

En la actualidad, Alissa White-Gluz, sucesora de Gossow en Arch Enemy, continúa demostrando que las mujeres pueden dominar con autoridad el death metal, aportando tanto técnica como presencia a una de las bandas más relevantes del género.

Por su parte, Jinx Dawson, líder de la mítica banda Coven, es considerada una figura precursora del metal ocultista. Aunque no alcanzó el éxito comercial de otras artistas, su influencia en la estética satánica y esotérica del heavy metal sigue siendo ampliamente reconocida.

Finalmente, la noruega Liv Kristine, ex-vocalista de Theatre of Tragedy y Leaves’ Eyes, se erige como una de las fundadoras del estilo “la bella y la bestia”, caracterizado por la combinación de voces femeninas limpias con guturales masculinas. Su aporte ha sido fundamental en la evolución del metal gótico y sinfónico.

Estas artistas no solo han dejado una huella imborrable en la historia del metal, sino que también han demostrado que la fuerza, la innovación y el talento no entienden de géneros.

Tipos

Al hablar de las bandas hemos nombrado muchos subgéneros. Uno de los más icónicos es el Black metal, caracterizado por las voces agudas y roncas que lo acompañan. El Metal Celta es el principal representante del folk metal. Utiliza instrumentos clásicos y aborda temas de la mitología celta. En el Doom metal se utilizan tiempos más lentos y refleja la melancolía y la oscuridad.

Otros clásicos son el Death metal, caracterizado por el uso de guitarras distorsionadas y por el uso de afinaciones graves. El Grindcore, que es el resultado de la mezcla del thrash metal y el death metal. El Metal gótico, que no solo es una combinación de temas entre lo dramático y lo melancólico, sino que también se mezclan voces masculinas con voces femeninas. O el Metalcore, que vuelve a ser el resultado de una mezcla, en este caso del heavy metal con el hardcore.

También podemos destacar el Hair metal, que llega a finales de los 80. Su nombre viene del pelo que lucen los artistas. El Thras Metal se caracteriza por el uso de una guitarra rápida y voces agresivas. El Metal progresivo por la mezcla del heavy metal con el rock progresivo, que da como resultado canciones largas y álbumes conceptuales.

Por último, destacaremos el Power metal, una forma muy melódica en la que se utilizan guitarras altas y voces fuertes. Y el Nu-metal cierra este muestrario, con influencia del hip-hop y del rap.

Más que música

La estética es una parte fundamental de este género, pero estamos hablando de toda una cultura. Con las letras y sonidos llegó también a los escenarios y portadas de discos una imagen que quebraba cualquier estereotipo anterior. Los conciertos se llenaron de color negro, cadenas, calaveras, melenas y todo un espectáculo que rompía (a veces literalmente) con todo.

Pero también nacía una tribu. Los heavys, los metal, esos aficionados a una música muy concreta, imitaron esa estética y crearon sus propios códigos. Rebeldía, actitud desafiante, pero también camaradería, sentimiento de comunidad… y amor.

Porque sí, aunque no hemos parado de utilizar adjetivos como oscuro, siniestro o sucio, los heavys son unos románticos. Cuando bajan unos tonos a la canción y escriben con el corazón son insuperables. Y a las pruebas nos remitimos, ¿a quién no se le ablanda el coracón escuchando el Still Loving You de Scorpions o el Nothing Else Matters de Metallica?

Hasta los que anuncian de primeras que el heavy no es lo suyo, habrán sucumbido alguna vez a dejarse llevar por alguno de estos temas.

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