España debería contar desde hace dos años con la Ley de Grandes Simios, que protege a estos animales que comparten el 989 % del ADN con los humanos y aún viven en condiciones indignas en muchos espacios de España
Comparten el 98 % de su ADN con los humanos, son seres conscientes, con emociones complejas, inteligencia social y capacidad de comunicación y transmisión cultural. Sin embargo, los simios viven encerrados, expuestos como atracciones o en malas condiciones en muchos espacios de España. De ahí nace la iniciativa de crear la Ley de Grandes Simios. Sería la primera de España y estaba contemplada dentro de la Ley de Protección Animal, pero dos años después de la fecha prevista, aún no se ha materializado. Este lunes sus promotores, Proyecto Gran Simio y Fundación Animal Guardians, se reúnen con la Secretaría de Estado de Derechos Sociales para avanzar en el texto.

Una campaña ciudadana
El Proyecto Gran Simio y la Fundación Animal Guardians impulsan desde hace meses una campaña nacional por la primera Ley de Grandes Simios del mundo, una iniciativa que ha logrado un amplio respaldo social e institucional.
La Ley 7/2023 de Protección Animal establecía la obligación de presentar la ley específica de grandes simios en un plazo máximo de tres meses desde su entrada en vigor. Sin embargo, dos años después el compromiso sigue sin cumplirse.
Ante esta situación, las organizaciones han movilizado a la sociedad civil para exigir su tramitación inmediata. Hasta la fecha, la campaña ha reunido más de 71.000 firmas ciudadanas y cuenta con el apoyo de más de un centenar de entidades y colectivos que firmaron una carta pública dirigida al ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, reclamando que el texto se presente sin más demora.
El movimiento se apoya en una sólida base científica que reconoce a los grandes simios —chimpancés, gorilas, orangutanes y bonobos— como seres conscientes, con emociones complejas, inteligencia social y capacidad de comunicación y transmisión cultural. “Son homínidos no humanos, miembros de nuestra misma familia evolutiva, con quienes compartimos más del 98 % del ADN. Aunque todas las especies deberían tener el mismo derecho a tener una vida digna, esta ley de grandes simios es un primer paso en esa dirección que salda una deuda moral que tenemos con nuestros hermanos evolutivos”, señala Marta Esteban Miñano, fundadora y presidenta de la Fundación Animal Guardians.
Investigaciones pioneras lo han demostrado. Es el caso de los proyectos con Washoe, la chimpancé que aprendió más de 350 signos de la lengua americana de signos (ASL). Kanzi, el bonobo que comprende frases complejas y utiliza símbolos en un tablero lexigramático. O Koko, la gorila capaz de dominar más de 1.000 signos y comprender más de 2.000 palabras habladas.
Tramitación urgente
Para conseguir un texto que los proteja, la Secretaría de Estado de Derechos Sociales se reúne este lunes con Proyecto Gran Simio y Fundación Animal Guardians. El objetivo es avanzar en la Ley de Grandes Simios. El encuentro llega tras una amplia campaña ciudadana impulsada por ambas organizaciones. Con ella reunieron más de 71.000 firmas y el apoyo de un centenar de entidades para exigir la tramitación urgente de la ley.
El objetivo principal es «abrir una vía de comunicación sólida y constructiva que permita avanzar con urgencia en la Ley de Grandes Simios. Una norma mandatada por la Ley 7/2023 de Protección Animal y que sigue pendiente dos años después de su entrada en vigor», apuntan las organizaciones.
“Tras las frustradas reuniones con la Dirección General, acudiremos a esta nueva cita con esperanza y sentido de responsabilidad. Esperamos poder construir con ellos una vía de comunicación en la que confiar para presentar una ley a la altura de las expectativas, en la mayor brevedad posible”, ha declarado Pedro Pozas Terrados, director ejecutivo del Proyecto Gran Simio.
Durante el encuentro, ambas entidades entregarán el borrador técnico de la ley, elaborado por un equipo de expertos en simios, zoológicos y normativa legal.
Propuesta de borrador
“Nuestro objetivo es facilitar el trámite y ofrecer una base rigurosa y viable. Este borrador recoge años de experiencia científica y jurídica”, señala Marta Esteban Miñano.
Además, las organizaciones preguntarán por las causas del retraso en el cumplimiento del mandato legal. Esperan «que no se deba al desinterés o a la influencia del lobby de los zoológicos por encima del mandato legislativo de la Ley 7/2023”, advierten.
El borrador incluye medidas esenciales. Algunas son: prohibición del uso de grandes simios en espectáculos, circos, publicidad y experimentación científica o comercial, el fin de la cría en cautividad y de los traslados entre zoológicos.
También determina el traslado progresivo de los ejemplares a santuarios o centros especializados que respeten su etología y bienestar. Asimismo, el borrador propone la revisión de las instalaciones zoológicas. La idea es que el objetivo es que se finalice con el cierre o reconversión de aquellas que no cumplan los requisitos de bienestar. El documento aboga por el reconocimiento de derechos básicos como la vida, la libertad, la integridad física y emocional y la protección frente al sufrimiento. También por la creación de un registro estatal de todos los grandes simios en territorio español. Incluye el impulso de la cooperación internacional para su conservación en hábitat natural. Y, por primera vez, el reconocimiento legal de los grandes simios como personas no humanas.
Por otro lado, el texto establece que los santuarios que alberguen animales cuya titularidad sea del Estado deberán contar con los recursos económicos necesarios para cumplir las condiciones de bienestar y seguridad especificadas en la ley. De esta forma, quieren que se garanatice su correcta atención y el cumplimiento efectivo de las medidas de protección.