Lucía, Ramón y Amelia: tres generaciones sin vivir la Bajada de La Palma

Son tres primos nacidos en 2013, 2016 y 2021. Ramón y Lucía deberían haber vivido al menos una Bajada, pero la pandemia les robó ese primer recuerdo, que ahora viven aún con más intensidad

Para muchos niños palmeros este año es muy especial. Van a vivir su primera Bajada, o al menos la primera de la que guardarán recuerdo. Es el caso de Lucía. Su madre es de Santa Cruz de La Palma y, aunque viven en Tenerife, están en su «segunda casa», como ella misma la llama, casi cada fin de semana. Lucía asegura que tiene un recuerdo de la Bajada de 2015, con dos años. «Fui a saludar a la bruja en la Plaza de España y me persiguió con la escoba. Me acuerdo de que me pegó porque me quedé impactada». Es una de las tradiciones de este fiesta, que por primera vez ha vivido con total consciencia este 2025, ya con 11 años.

Lucía con dos años en su primer encuentro con los Enanos den la Bajada de La Palma
Lucía con dos años en su primer encuentro con los Enanos de La Palma

Sin embargo, su hermano Ramón no tuvo la oportunidad de acercarse a la bruja ni a ninguna de las tradiciones de esta fiesta porque es más pequeño. «Tenía muchas ganas porque me han hablado mucho de los enanos y del ambiente de estas semanas», nos cuenta.

Lucía y Ramón en 2020, cuando se acercaron a la Bajada solo a través de las imágenes de tiendas y calles porque no se pudo celebrar la fiesta.
Lucía y Ramón en 2020, cuando se acercaron a la Bajada solo a través de las imágenes de tiendas y calles porque no se pudo celebrar la fiesta.

Para él es más especial si cabe porque este martes cumple 9 años. Es muy curioso y le despertaba mucho interés la romería. «De esta semana y todo lo que llevamos lo que más ganas tenía era de la romería porque no tenía claro lo que era». Después de disfrutarla le gusta aún más. «Es muy bonita, había mucha gente y un ambientazo. Todos cantaban música canaria y cubana». De hecho, esta tradición también le ha valido para aprender. «No conocía las canciones, pero me aprendí alguna como la de Candela«.

Y es que La Palma tiene un enorme arraigo a sus tradiciones y eso se nota en los más pequeños, «yo ya sabía que La Palma y Cuba tienen una gran conexión porque lo vi y me lo explicaron en Los Indianos«, relata.

Ramón y Lucía ya son anfitriones de la fiesta para la más pequeña de la familia, su prima Amelia. Con casi 4 años, sigue a sus primos en cada acto y lo disfruta como la que más. Ella sí tendrá recuerdos de las Bajadas desde niña y ya la han inmortalizado, por ejemplo, con los mascarones, los gigantes y cabezudos.

Amelia saludando a los mascarones

Una fiesta para los niños

Una de las características de la Bajada de La Palma es su programación. Durante dos semanas la capital de la isla es un bullicio de gente. El diseño de la fiesta está hecho para que grandes y pequeños disfruten de la calle y de multitud de actos. Pero la magia es para la infancia.

En la Semana Chica ya han podido disfrutar de los escobazos de la bruja. «La bruja es lo que más me gustó de los actos de los niños. Me pegó cinco veces seguidas pero fue divertido porque iba corriendo con mis amigos«, relata Ramón.

Esta es otra de las características de esta fiesta. Los niños y niñas están entre amigos y familia, y aunque los padres no les quitan ojo, saben que siempre estarán rodeados de alguien conocido. Por eso los niños se sienten muy seguros «A veces nos separábamos pero me sentía seguro porque aquí conozco a todo el mundo», asegura Ramón. Por eso, destaca siempre que le encanta venir a ver a su abuela porque aquí puede «pasear libre» y se siente «mitad de Tenerife y mitad palmero».

Y como buena palmera, este lunes por la noche ella y su hermano portarán la Pandorga. «Me han dicho que esta noche participo y tengo muchas ganas. Voy a bajar la pandorga a donde se queman. Me apetece mucho porque voy con amigos. La Palma es mi segunda casa», señala emocionada.

Lucía, Ramón y Amelia, las tres generaciones viven este año su primera Bajada con total consciencia de la fiesta
Las tres generaciones viven este año su primera Bajada con total consciencia de la fiesta
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La magia de los Enanos

Sin duda, hay dos citas imprescindibles para los más pequeños estas dos semanas: la Pandorga y los Enanos. «Los Enanos es lo que más me apetece. Espero que haya mucha gente y mucho ambiente bonito. Solo los has visto en la tele«, explica Ramón. Lo que más desea es ver «cómo miden dos metros y se convierten en uno de un metro veinte. ¡Y como lo hacen tan rápido!».

Esta es la cuestión que más se repiten todos. «He preguntado mucho y nos dicen que es magia, pero nadie me dice el secreto», dice Lucía, que ya tiene alguna teoría, pero no se atreve a asegurar cómo lo hacen.

Para Amelia, ver a los Enanos en el escenario será ponerle movimiento a las imágenes que abarrotan estos días escaparates, carteles, camisetas y bolsos por todas partes.

Lleva además a una guía excepcional. «Con mi prima pequeña es muy intenso todo porque está alucinando con tanta gente y fiestas. Me imagino que así era como estaba yo hace diez años», relata Lucía, que está encantada de vivir por fin una Bajada.

También ha disfrutado de la bajada del trono y espera hacer lo mismo el sábado con la Bajada de la Virgen. «Llevo diez años escuchando hablar de la Bajada de la Virgen. No lo tenía todo muy claro hasta que llegué y me empezaron a explicar cómo bajaba primero el trono y después la Virgen. Pero sobre todo lo que me gusta es que veo a toda mi familia«.

Es el perfecto resumen de lo que significa en La Palma la Bajada, reunión, fe, familia y diversión concentrada en las dos semanas más esperadas de la isla.

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