Playa Honda, en Las Américas, acogerá este domingo una concentración ciudadana para exigir soluciones urgentes frente a los vertidos contaminantes

La Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN) y el colectivo de surfistas «Alianza Local» han unido fuerzas para denunciar el grave deterioro de la calidad del agua en las costas de la isla y exigir a las autoridades respuestas inmediatas frente a los vertidos contaminantes que están amenazando las costas, la salud pública y el equilibrio ecológico del litoral.
Ambos grupos han convocado a la ciudadanía a una concentración de protesta este domingo, 25 de mayo, a partir de las 11.30 horas de la mañana en Playa Honda (Las Américas, frente a la ola de Palmeras). La protesta culminará con un paddle out simbólico, una acción tradicional en el mundo del surf que consiste en formar un círculo en el agua como geste de respeto y reivindicación. Aunque esta parte tendrá lugar en el mar, la convocatoria está abierta a todos los sectores de la sociedad: vecinos, familias, bañistas, pescadores y amantes del océano en general.
En un comunicado, los convocantes alertan sobre la presencia continuada de aguas fecales, productos químicos y residuos sanitarios en zonas de baño, lo que ha provocado enfermedades entre usuarios habituales del mar. Así, denuncian la inacción de las autoridades, que no están activando los protocolos de seguridad ni informando adecuadamente a la población.

Manifiesto conjunto
En un manifiesto conjunto, ATAN y ‘Alianza Local» exigen:
- Análisis públicos, frecuentes y accesibles sobre la calidad del agua.
- Protocolos claros de cierre y señalización inmediata de playas contaminadas.
- Modernización urgente del sistema de tratamiento de aguas residuales.
- Asunción de responsabilidades políticas y técnicas por la falta de actuación.
Con esta movilización, los organizadores buscan romper el silencia institucional y visibilizar un problema ambiental y sanitario. Una situación que, aseguran, afecta a toda la ciudadanía, más allá de los surfistas y ecologistas. «Es una cuestión de derechos. Queremos un mar limpio, playas seguras y una gestión responsable del entorno», concluyen.