El cedro Bárbol tiene 1.500 años y es el árbol más longevo de toda Europa
El cedro «Bárbol» del Parque Nacional del Teide, con 1.500 años, es el árbol datado con radiocarbono, una técnica que permite determinar la edad de materiales orgánicos antiguos, más longevo de Europa, según un estudio de la Fundación Universidad de Valladolid.
El catedrático e investigador de la Universidad de Valladolid, José Miguel Olano, ha explicado este jueves en rueda de prensa el estudio que se desarrolla en colaboración con el Cabildo de Tenerife y la Fundación Endesa, que ha permitido atestiguar la existencia de árboles de más de mil años.
Hay indicios de que podría haber cedros más viejos, ha señalado Olano, quien ha indicado que la textura de su porte o el grosor de su tronco indican que podrían ser quizás incluso anteriores a la presencia humana.
Trabajo de campo
El trabajo de campo que se realiza en el Parque Nacional del Teide, donde hay varios miles de cedros que crecen colgados en los riscos, es una fuente de información para saber cómo eran los bosques del pasado y también para la reconstrucción del clima de los últimos siglos.
Para el desarrollo de este proyecto, que prevé la repoblación de más de 15.000 ejemplares de cedros, se ha constituido un equipo de escaladores para alcanzar los árboles más inaccesibles, con científicos expertos en datación y análisis y técnicos del Parque Nacional.
Los escaladores, según ha contado el investigador de la Universidad de Valadolid, han sido los encargados de acceder a los árboles y coger muestras de la corteza, el tronco y las hojas para que sean analizados con técnicas científicas, entre las que está la datación con carbono 14, en centros de Polonia y Salamanca.
En la actualidad la mayoría de estos árboles crecen colgados a los riscos porque es donde el ser humano, que ha provocado que disminuya su población, no ha podido acceder, ha precisado el catedrático. También ha comentado que su desaparición no está solo relacionada con la ganadería si no, sobre todo, con la construcción, pues la madera de los cedros es muy valiosa.
Convenios para proyectos de conservación
En este contexto, el Cabildo de Tenerife, la Fundación Endesa y la Fundación Universidad de Valladolid han firmado dos convenios para el desarrollo de tres proyectos de conservación relacionados con los cedros milenarios, la violeta de Guajara y el cardo de plata.
El proyecto de prospección de los cedros busca acceder a aquellos árboles de mayor antigüedad que crecen colgados en los riscos más inaccesibles del Parque Nacional del Teide.
Es una línea de trabajo complementaria a otras que desarrolla el Cabildo de Tenerife para recuperar los antiguos bosques de cedros que en el pasado coronaban la isla de Tenerife, en lo que hoy es el Parque Nacional del Teide, ha indicado la presidenta de la corporación insular, Rosa Dávila.
Dávila ha destacado que la repoblación de 15.000 cedros es «la mayor de la historia» y que su objetivo es recuperar esta especie. Asimismo, ha comentado que otras acciones paralelas en marcha, además de la reforestación con cedros, son la potenciación del hábitat de las aves dispersoras de sus semillas, como son los cuervos y los mirlos capiblancos, o los estudios de paleopolen desarrollados por la por la Universidad de La Laguna en años precedentes.
Violeta de Guajara y cardo de plata
El segundo convenio de recuperación de dos especies amenazadas de la flora busca crear una nueva población de la recién descubierta violeta de Guajara. En la actualidad el 99% de los ejemplares de esta especie están en un único punto en la cima de Guajara, donde viven pocos miles de ejemplares.
A lo largo de este proyecto se va a crear una nueva población en lo alto del Roque del Sombrerito, donde hay una superficie de una hectárea aproximadamente que reúne las mismas condiciones que Guajara. Para ello las acciones en el marco del proyecto de Endesa consistirán en hacer cerramiento en los accesos al Roque para evitar la entrada de herbívoros y erradicar los herbívoros que pudieran quedar dentro.
Luego, el Parque Nacional del Teide trasplantara un número de, al menos, 50 ejemplares de violeta a la nueva localidad. Este segundo convenio también plantea crear una nueva población de la especie cardo de plata, muy amenazada hace pocas décadas, cuando solo quedaban unos pocos cientos de ejemplares.
Según el Cabildo de Tenerife, las acciones de recuperación del Parque Nacional del Teide realizadas hasta el momento han conseguido aumentar su población, pero el cambio climático que afecta a las poblaciones a menor altitud hace necesario instalar más poblaciones en zonas más altas.