Más de 500 especies tropicales y subtropicales ya crecen en los nuevos viveros del Jardín Botánico del Palmetum, en Santa Cruz de Tenerife
Santa Cruz de Tenerife inaugura los nuevos viveros del jardín botánico del Palmetum, que albergan, en total, más de 800 metros cuadrados con los que se busca seguir el legado de la biodiversidad. De este modo, queda inaugurada esta nueva zona con el compromiso de que este pulmón, en plena ciudad, siga siendo escenario de investigación y conservación.

Inauguración
El alcalde, José Manuel Bermúdez, junto al concejal de Obras, Javier Rivero; el primer teniente alcalde y edil de Sostenibilidad Ambiental, Carlos Tarife, y la concejala de Salud-La Salle, Zaida González, presentaron las instalaciones con el equipo de arquitectos, y el director responsable, Carlo Morici.
Se encargaron de inaugurar este martes los nuevos viveros del Palmetum. Eel director del botánico, Carlo Morici, destacó que se trata de “una inversión de 1,7 millones para una parte fundamental de cualquier jardín botánico en la que tiene lugar la germinación de semillas, el enraizamiento de esquejes o la recuperación de ejemplares deteriorados o trasplantados”.

Bermúdez puso el acento en que “con esta inversión, que se une a otras realizadas, como la destinada al avistamiento de aves», se garantiza «la continuidad del legado botánico de un jardín único que en el año 2024 cumplió sus primeros 10 años”. Añadió que se hace “con la intención de seguir incorporando nuevas especies a su colección, a la misma vez que con estos nuevos viveros vamos no solamente a tener más especies, sino a disponer de mayor calidad en estos tres viveros en los que desde ahora nuestros árboles y palmeras van a pasar años hasta estar listas para su traslado a la tierra del Palmetum”.
Un proyecto con futuro
“Al inaugurar estos espacios -detalló el alcalde- reafirmamos el compromiso con el presente, pero también con el futuro del Palmetum y con la conservación de la biodiversidad y la divulgación de la misma, un paso firme hacia un futuro más sostenible y más consciente, donde el respeto a la naturaleza sea uno de nuestros valores más importantes”. Concluyó recordando que “detrás de estas instalaciones hay personas expertas cuya intervención es fundamental para que podamos seguir disfrutando de nuestro jardín botánico, donde cada planta se riega manualmente y se mima con esas manos expertas”.

Financiación propia
El presidente de la sociedad Parque Marítimo de Tenerife y concejal, Javier Rivero, puso de manifiesto que “estos trabajos, realizados con financiación propia, han sido de mucho valor para esta instalación, por lo que quiero agradecer, como siempre, al personal de la sociedad por su implicación”. Agradeció la colaboración de Fundación Moeve “tanto en este proyecto como en el avistamiento de aves inaugurado hace meses”.
Desde la parte de la edificación de los viveros, el arquitecto Javier Pérez-Alcalde, agregó que “toda la realización arquitectónica ha estado al servicio de la investigación». Recordó que «no es una edificación normal y corriente, sino pensada para que vivan las plantas, por lo que tienen una orientación al sur, que es la que realmente interesa para el crecimiento de las plantas y la caracterización física de los elementos que la componen”.
Características de los viveros
No se trata de un vivero comercial, por lo que “las especies del Jardín Botánico Palmetum, como en muchos otros jardines botánicos, son árboles y palmeras que tardan años en desarrollarse y deben antes pasar años en macetas, ya que algunos frutos de palmeras tardan dos años en madurar, por lo que las especies más lentas requieren de 8 a 10 años de cultivo en maceta antes de poderse incorporar al área de exhibición del área general del Palmetum”, recordó Morici.
“Precisamente por ello -aclara el director botánico- los sistemas de control de clima son independientes en cada invernadero y permiten crear condiciones radicalmente diferentes, para plantas procedentes de distintos biomas, por lo que en el invernadero 1, de mayor tamaño, se ubican plantas mesófilas, procedentes de biomas lluviosos y boscosos, que necesitan humedad continua y condiciones muy estables” y añade que “mientras que en el 2, en cambio, con mayor luminosidad y mayor movimiento de aire, se consiguen cultivar especies más xerófilas, como palmeras de ecosistemas semiáridos, sabana o matorrales”.
Para concluir, Morici detalla que “en el invernadero 3, se encuentran los propagadores y contamos con una cámara aislada con temperaturas muy altas y estables y alta humedad, necesaria para la primera fase de la germinación de semillas” y concluye afirmando que “se trata de una sala más grande que permite luego la adaptación de semilleros y enraizamiento de esquejes, con temperaturas más frescas y un sistema de nebulización”.