Bulos y falacias para atacar a menores

Allá donde van, los menores migrantes son señalados como delincuentes, se les tacha de tener más beneficios y de no trabajar, cuestiones más que desmentidas

En España contamos con un sistema para proteger a los menores de edad. Son personas vulnerables porque dependen de adultos para sobrevivir. Por eso, los niños y niñas que sufren abandono o maltrato, que viven en entornos insalubres o peligrosos, negligentes o que no reciben los cuidados mínimos, son acogidos por las autoridades para garantizar sus derechos.

Aunque sea difícil de creer, los niños y niñas son iguales más allá de su lugar de nacimiento, y estas medidas son idénticas para todos. De hecho, si algo está diferenciando unos casos de otros es solo el señalamiento político y público de sus casos.

No reciben más dinero, no tienen más ventajas y quienes los acogen reciben el mismo trato que el resto. Sin embargo, cada paso que dan genera polémica. La última, la suscitada en Gijón por la llegada de 10 menores de Mali y Senegal. Piden asilo en España después de huir solos de conflictos bélicos y jugarse la vida en el mar.

De nuevo, saltan titulares y comentarios que relacionan su raza con la delincuencia y que aseguran que les dan más dinero y mejor atención que a un ciudadano nacido en España. La abogada de Extranjería y de Protección Internacional Sonia Galeano recuerda que estamos ante bulos y falacias.

Menores migrantes no acompañados trasladados en guagua

Mentiras

La abogada de Extranjería y de Protección Internacional Sonia Galeano, ha rechazado este jueves en Gijón que se relacione menores migrantes no acompañados con delincuencia. Ha defendido que el Estado es el que se tiene que encargar de ellos.

«No van a tener más beneficios», ha asegurado con respecto a otros menores españoles sin padres a su cargo. Ha agregado que también es mentira que el ayuntamiento vaya a recibir dinero por cada menor no acompañado.

Así lo ha indicado en declaraciones a los medios de comunicación, antes de participar en una Jornada sobre Migración de Asturias.

En este sentido, ha recalcado, ante las críticas del Ayuntamiento gijonés porque no fue informado de los diez menores migrantes trasladados desde Canarias, que el Consistorio, en este caso, «no pinta nada». Esto es así, igual que pasaría si fuera un niño español que va a Servicios Sociales.

Matiza que cuanto mejor fluya la comunicación, mejor, pero advierte de que no hay que aprovechar este tema para ir en contra del Gobierno central.

Incide en que hay una entidad, Accem, que se va a ocupar de ellos y que va a intentar que se adapten y que puedan conseguir los estudios mínimos para intentar que encuentren un trabajo.

Ha arremetido, en esta misma línea, contra el discurso de la ultraderecha de ir en contra de la inmigración para ganar votos. También ha negado que si alguien está a favor de la inmigración es que está de acuerdo de que se les den más ayudas.

Galeano ha puesto el ejemplo de los bulos que dicen que estos jóvenes van a recibir una pensión de 700 euros. «Es mentira», ha sostenido. A este respecto, ha precisado que lo que se hace es mantenerles económicamente, siendo como son menores no acompañados, como cualquier niño español que no tuviera padres que se hagan cargo de ellos.

Cuando cumplen la mayoría de edad

Respecto a los menores migrantes cuando cumplen la mayoría de edad, Galeano ha insistido en que se les intenta dar es un permiso de residencia y de trabajo, porque antes se supone que se les prepara para que sean autónomos. «Exactamente igual que un español que no tiene padres», ha reiterado.

Ha recordado que en Gijón hay un centro de refugiados desde hace nueve años y mucha gente que ni lo sabe. «El Ayuntamiento por ahí ni se le espera».

De este ha indicado que si quiere colaborar, puede hacerlo en muchísimas cosas. «Hay muchos españoles que viven de ayudas casi toda la vida», ha remarcado. Insiste en que ahabrá que mirar cada caso y ver si lo necesitan.

Argumentos falaces

Sobre el argumento de Vox de que hay que devolver a los menores migrantes a sus padres, ha señalado que el problema es que no existen convenios para poder mandarlos otra vez a su país y luego sus padres, si es que están vivos o localizados, tienen que aceptarlos.

Sobre ello, ha apuntado que a veces no se saben ni quiénes son los padres, porque muchos no tienen o los han perdido, sobre todo en caso de conflicto bélico. «Los tenemos que recoger», ha insistido, antes de opinar que si se dejan en la calle y no tienen con qué alimentarse, «lo más probable es que tengan que delinquir».

Por contra, ha remarcado que lo que se quiere es que trabajen y se integren y que aporten a la sociedad como están aportando. «Mucha gente piensa que no aportan, que no cotizan, y cotizan más de lo que nosotros pensamos», ha sostenido. «Ellos nos dan más a nosotros de lo que nosotros les damos a ellos en los servicios», ha afirmado.

Ha lamentado, también, que se repitan como un mantra mensajes de que vienen «musculados» del gimnasio de sus países o que vienen con móviles o se les regalan, cuando «no se regala nada», ha aclarado. Ha explicado que la mayoría traen unos móviles para comunicarse con su familia pero en general son de tercera o cuarta generación o están muchos rotos.

Sobre si cree que pueden repetirse casos como el de Torre-Pacheco, ha augurado que sí, «porque esto es cuestión de educación y que la gente sepa». Para ella, se debe difundir que, generalmente, los inmigrantes vienen a aportar.

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