Esta superviviente de trata ha publicado un libro donde relata su terrible vivencia siendo explotada sexualmente durante décadas
Camila Ferreira fue vendida por su propia familia a una de las peores mafias de Brasil cuando solo tenía 14 años. Comenzó una historia terrible de explotación sexual que la llevó por varios países del mundo hasta que acabó en España. Ahora ha publicado un libro «España, la Tailandia Europea», en el que narra sus vivencias y hace un ejercicio de catarsis.
En la entrevista que ha concedido al programa Buenos Días Canarias, Camila ha recordado que, aunque cuesta reconocerlo, tiene que hablar de sus familiares como una «familia proxeneta».
Camila llegó a España con 17 años y asegura que «nuestro país es como Tailandia», aunque aquí, dice, «todo está maquillado». En su opinión, tanto en España como en Canarias hay turismo sexual.
Camila llegó a Canarias con 27 años y sin papeles en el año 2003. Ha asegurado que con esa edad ya estaba «envejecida» para el sistema prostitucional. En Canarias recibió ayuda de las Oblatas, de Médicos del Mundo y actualmente también recibe ayuda de la Asociación que fundó la activista abolicionista Amelia Tiganus, también superviviente.
Camila recuerda que, a medida que las mujeres prostituidas cumplen años, la industria necesita renovar y tener a mujeres cada vez más jóvenes. De ahí que haya alertado de «cómo las mafias prostituyen a las mujeres y niñas captando a través de las redes sociales».
«Nadie sabe quién está detrás de las mujeres prostituidas»
Camila se ha referido a la actualidad de los últimos días, a raíz del Caso Errejón, y ha insistido en que tanto en la prostitución como en la pedofilia siempre ha habido hombres poderosos, aunque reconoce que nunca se atrevería a contar las identidades de quienes acudían a ella aquí en las islas.
España, el prostíbulo de Europa
Nuestro país ocupa el primer lugar de Europa en consumo de prostitución y el tercero del mundo. El sistema prostitucional mueve casi 5 cinco millones de euros cada día, lo que supone el equivalente el 0,35% de PIB. Según los estudios más recientes, 3 de cada 10 hombres asegura haber pagado a una mujer a cambio de sexo, y de esos 3, uno de ellos lo hace de manera ocasional, mientras que los otros dos recurren a la prostitución de manera habitual.
