El operativo conjunto de varias fuerzas de seguridad internacionales permitió la intervención de la cocaína y la detención de diez personas
El 29 de noviembre, el Buque de Operaciones Especiales ‘Petrel’ de Vigilancia Aduanera, junto con fuerzas de seguridad de España, Brasil, Portugal y Estados Unidos, logró interceptar un pesquero de bandera venezolana que transportaba 110 fardos de cocaína. El alijo superaba los 3.300 kilos de estupefaciente.
Colaboración conjunta entre agencias internacionales
La operación fue posible gracias a la cooperación de la DEA (agencia estadounidense antidrogas), la Policía Nacional de España, la Policía Judiciária de Portugal y la Policía Federal de Brasil. A mediados de noviembre, una alerta de la DEA permitió a las fuerzas de seguridad dar seguimiento a una embarcación sospechosa. La nave, que ya se dirigía hacia las costas españolas desde Sudamérica, intentaba realizar un trasvase de droga a otro pesquero, probablemente de bandera española.
El trabajo de inteligencia permitió predecir el modus operandi de los traficantes, lo que facilitó el diseño de un operativo eficaz para interceptar la droga antes de que llegara a su destino final en España. Las acciones coordinadas entre las distintas fuerzas de seguridad internacional han demostrado ser fundamentales para evitar la distribución de la cocaína.
Traslado de los detenidos a Gran Canaria
El pesquero interceptado presentaba graves fallos estructurales. Las condiciones de la nave, con al menos dos vías de agua abiertas, imposibilitaron su remolque a puerto, lo que llevó a su hundimiento. Los diez tripulantes, todos de nacionalidad venezolana salvo un colombiano, fueron arrestados y trasladados a Las Palmas de Gran Canaria.