El uso de maquinaria como desbrozadoras o sopladores fue prohibido por el Gobierno de Canarias en las directrices específicas para el control de la plaga

El colectivo ecologista Sinrabogato ha denunciado que continúan los trabajos de limpieza en los márgenes de carreteras y caminos de La Palma utilizando desbrozadoras para eliminar la planta invasora Cenchrus setaceus, conocida como rabo de gato, pese a que esta práctica está desaconsejada por las autoridades ambientales.
Según advierte el colectivo, este método, llevado a cabo por cuadrillas subcontratadas por instituciones públicas como el Cabildo y los ayuntamientos, favorece la expansión de la especie al dispersar millones de semillas y provocar un rebrote más vigoroso de la planta.
Desde Sinrabogato han calificado esta práctica de «arreglo estético de corto recorrido», que tiene efectos «muy dañinos para el medio ambiente» y supone un «despilfarro de fondos públicos».
Prohibición de maquinaria
La crítica se sustenta en la orden del Gobierno de Canarias del 13 de junio de 2014 (BOC 120), que establece directrices específicas para el control del rabo de gato, prohibiendo el uso de maquinaria como desbrozadoras y sopladores.

Desde la introducción de la planta en la isla en los años 70 del siglo pasado, el rabo de gato ha proliferado en La Palma, modificando el paisaje y desplazando a especies autóctonas, según ha informado el colectivo.
Aunque desde Sinrabogato han reconocido que la erradicación total de la especie invasora es inviable, insisten en que existen métodos eficaces para frenar su avance, como el arranque manual y la recogida de espigas, técnicas que ya aplican algunas cuadrillas con buenos resultados.