Se hacían pasar por la Policía Nacional y el Banco de España para presionar a las víctimas a que les hicieran transferencias bancarias
La Guardia Civil de Alicante ha desmantelado una red de ciberestafas que enviaba SMS para que las víctimas hicieran transferencias económicas.
Una de las redes más sofisticadas tecnológicamente del mundo y la segunda de Europa para este tipo de delitos. Según la investigación, además de SMS, realizaban llamadas con el objetivo de engañar y conseguir que la víctima hiciera transferencias a sus cuentas.
La investigación se inició a partir de varias denuncias de estos residentes del este de Europa en el pequeño municipio de Aspe, en Alicante. El detenido tenía como tapadera una cafetería de Barcelona.
En el marco de la operación ‘Mosenik’ ha sido detenido un ucraniano de 41 años como el encargado de esta ‘granja de envío de mensajes’. El jefe interino de la Comandancia del instituto armado en Alicante, Francisco Poyato, y el teniente coronel, Antonio Darder han confirmado sobre la operativo. Entre las víctimas eran sobre todo residentes rusos y ucranianos del país.
Operación ‘Mosenik’
El detenido tenia altos conocimientos informáticos y ponía a disposición de grupos de ciberestafas, a cambio de un pago en criptomonedas.
La investigación sigue abierta, por lo que el montante de dinero estafado no está determinado aunque se calcula que asciende a varios millones de euros.
El grupo se hacía pasar por la Policía Nacional y el Banco de España para presionar a las víctimas. En algunos casos llegaron a conseguir transferencias de hasta 170.000 euros.
La red utilizaba uno de los sistemas informáticos más sofisticados del mundo de origen asiático. Explotaban miles de tarjetas SIM a la vez.
La operación ha incluido tres registros en Barcelona, en una vivienda, un local comercial y un trastero. Han intervenido numeroso material informático y tecnológico valorado en 400.000 euros. Entre lo intervenido, figura un maletín con una SIMBOX transportable, que permitía operar desde cualquier lugar a través de una conexión a internet mediante wifi o red móvil, dificultando ser localizado.
Se han incautado 35 de estas SIMBOX industriales equipadas con 865 módems, 852 tarjetas SIM activas, más de 60.000 tarjetas SIM nacionales para su uso inmediato y una gran cantidad de dispositivos informáticos, así como dinero y criptomonedas.
Cada módem funciona individualmente como si fuera un teléfono móvil y era capaz de enviar entre 12 y 18 mensajes por minuto, todo lo cual totaliza 2,5 millones diarios, por parte de una red en la que el detenido era la única persona que realizaba el mantenimiento con la ayuda de una decena de ordenadores.
Los números de teléfono remitentes de los mensajes o llamadas eran cambiados automáticamente y estaban activos por un breve tiempo desde el alta para dificultar el rastreo por parte de las compañías o de las fuerzas de seguridad, y las tarjetas SIM eran adquiridas con identidades falsas.
Pese a la gran cantidad de contactos realizados a la vez, la Guardia Civil ha constatado que previamente estudiaban los perfiles de las potenciales víctimas y los mensajes y llamadas iban dirigidos a colectivos concretos.
Una cafetería en Barcelona como tapadera de la ‘granja de mensajes’
La investigación se inició a partir de varias denuncias de estos residentes del este de Europa en el pequeño municipio de Aspe (Alicante) y al detenido de la ‘granja’, que tenía una cafetería como tapadera en Barcelona para poder solicitar el envío de tarjetas a las compañías de telefonía, se le atribuyen los supuestos delitos de estafa, usurpación de estado civil, falsedad documental, daños informáticos, blanqueo de capitales y pertenencia a grupo criminal.
Tras pasar a disposición del juez quedó en libertad con medidas cautelares pero ha sido posteriormente vuelto a arrestar por incumplimiento de comparecencia en sede judicial, en una investigación dirigida por el juzgado número 1 de Novelda. EFE
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