El acuerdo suscrito afecta a países como España, Francia, Italia y otros países europeos que aplican tasas digitales
Estados Unidos ha llegado a un acuerdo con España, Francia, Italia y otros países europeos para dejar en suspenso los aranceles anunciados contra los Estados que pusieron en marcha impuestos a las plataformas digitales, que además podrán mantener las denominadas tasas digitales hasta que se implemente el acuerdo de la OCDE.
Según ha informado este jueves el Ministerio de Hacienda en un comunicado, el acuerdo alcanzado por España, Austria, Francia, Italia, el Reino Unido y EE.UU. «es una solución pragmática» que permite centrar los esfuerzos en la transición hacia el «nuevo régimen fiscal multilateral» acordado en la OCDE.
Hacienda explica que este acuerdo facilita «la transición desde los actuales impuestos sobre los servicios digitales a la nueva solución multilateral» de la OCDE, que prevé establecer un tipo mínimo del impuesto de sociedades a nivel global y repartir parte de la recaudación de las multinacionales en los países donde operan.
Diálogo constructivo
Como parte de esta transición, los países firmantes del acuerdo se han comprometido a continuar las conversaciones con «un diálogo constructivo».
Asimismo, los países podrán mantener sus impuestos digitales, ya que Estados Unidos dejará en suspenso las medidas comerciales anunciadas, que consistían en imponer aranceles del 25 % sobre las importaciones europeas.
En el caso de España, estos aranceles afectaban a sectores como el textil o el calzado, aunque en ningún momento llegaron a aplicarse ya que se aprobó una moratoria que finaliza en noviembre.
El acuerdo prevé un periodo transitorio, que se extenderá hasta la entrada en vigor del primer pilar del acuerdo de la OCDE -el relativo al reparto de la tributación- o el 31 de diciembre de 2023, en el que los Estados Unidos no iniciarán ninguna medida comercial contra los países firmantes.
Asimismo, a partir de 2024 se evaluará si las empresas afectadas han pagado por el impuesto digital más de lo que les correspondería por el pilar 1 entre el 1 de enero de 2022 y el 31 de diciembre de 2023, en cuyo caso generarán créditos fiscales por ese importe.
Para la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, este acuerdo «demuestra la voluntad de España por llegar a consensos internacionales en temas tan importantes como mejorar la fiscalidad internacional para hacerla más justa» y prueba el compromiso del Gobierno de que el impuesto digital se adaptaría al consenso internacional.
Además, el acuerdo «proporciona seguridad jurídica y certidumbre a nuestro tejido productivo al garantizar que no habrá barreras comerciales a la entrada de productos españoles en el mercado estadounidense», un riesgo para sectores como el textil o el calzado que ahora desaparece.
El impuesto sobre determinados servicios digitales español, en vigor desde enero, grava a las multinacionales con un 3 % de los ingresos obtenidos de los servicios de publicidad dirigida en línea, servicios de intermediación en línea y venta de datos obtenidos a partir de información proporcionada por el usuario.