La evolución del turismo británico es clave para los números en España, porque se trata del primer emisor de turistas
Los datos publicados esta semana de entradas de turistas internacionales reflejan que en los cinco primeros meses del año apenas han llegado 3,2 millones. Por tanto, para cumplir las previsiones de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, deberían venir de aquí a fin de año cerca de 37 millones más.
Alcanzar esa cifra significa que entre junio y diciembre tendrían que entrar una media de 5,3 millones de turistas mensuales, muy por encima de los 1,3 millones que llegaron en mayo. Sin embargo, en los meses centrales del verano el ritmo se acelerará notablemente, como prevén desde la alianza turística Exceltur.
El secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, avanzó esta semana que para el verano esperan 16,9 millones de turistas, lo que sumado a los 3,2 millones que van hasta mayo elevaría la cifra enero-septiembre a algo más de 20 millones.
Por tanto, parece difícil que en los tres meses finales del año se sumen otros 20 millones, máxime teniendo en cuenta que en el último trimestre de 2019 se contabilizaron 16,5 millones.
La evolución del turismo británico es clave para los números en España, porque se trata del primer emisor de turistas, con más de 18 millones anuales (en 2019), que ahora tienen muchas restricciones para venir.
El Gobierno de Reino Unido tiene a España en semáforo ámbar (lo que significa que al volver a su país deben hacer cuarentena) y solo Baleares está en semáforo verde.