Liberar viviendas destinadas al alquiler para turistas o evitar la gentrificación, la huida de la población del centro de las ciudades son algunos de los objetivos que se ha propuesto el gobierno central en su agenda de Estrategia España Turismo 2030
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes la creación de un observatorio de la vivienda turística, junto con otras iniciativas transversales agrupadas en lo que el Gobierno ha denominado la Estrategia España Turismo 2030, con el objetivo de conciliar mejor la llegada de turistas y la convivencia con los residentes.
Los residentes se han visto afectados en muchos lugares por el auge de la vivienda vacacional que impacta de lleno en el derecho a acceder a una vivienda digna y provoca la gentrificación, que ha expulsado ya al 27 por ciento de los vecinos de los centros de las ciudades turísticas.
La Estrategia representa una agenda compartida para la transformación del turismo hacia un modelo sostenible, equilibrado e inclusivo, ha explicado este martes el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Quince objetivos
Esta transformación del modelo turístico se construye en dos grandes principios: situar a las personas en el centro de las políticas turísticas, con los residentes como destinarios de ellas por primera vez, y abordarlas desde la premisa de la triple sostenibilidad del sector, económica, social y medioambiental.
Se articula alrededor de 15 metas comunes que son el resultado de la intersección de cinco ámbitos –personas que crean destinos, que crean trabajo, que trabajan en el turismo, residentes y turistas– con la sostenibilidad social, económica y medioambiental.
La Estrategia supone «un compromiso del Gobierno para situar a la principal industria del país, el turismo, en el centro de su agenda política«, a través de un plan transversal con 5 programas, 50 medidas y 148 acciones que involucran a diferentes ministerios y organismos, ha detallado.
Un atlas de intensidad turística
En lo que se refiere a los residentes, se busca reforzar la cohesión social, equilibrar el uso del espacio público y proteger la cultura local para armonizar la actividad turística con la vida de las comunidades anfitrionas.
En este punto se crea un observatorio de la vivienda turística para elaborar un atlas de intensidad turística, con el objetivo de conciliar mejor turismo y convivencia con los residentes, que se suma a otra medida puesta en marcha por el Gobierno el pasado 1 de julio: la Ventanilla Única Digital de Arrendamientos.
Asimismo, se busca equilibrar la convivencia entre turismo y vida local a través del impulso de herramientas digitales que permitan mejorar la gestión del espacio público, los recursos y servicios públicos, dentro de la Plataforma Inteligente de Destinos.
En relación con los destinos, el objetivo es reforzar la fortaleza institucional y la gobernanza colaborativa, así como la sostenibilidad climática y la resiliencia de estos.
Transformación digital
Para ello se pondrá en marcha un Programa de Regeneración de Destinos, una Plataforma de Adaptación de los Destinos Turismo al Cambio Climático o un Comité de Respuesta Temprana en Turismo.
Respecto a las medidas para empresas, las acciones irán destinadas a impulsar la transformación digital a través de un Programa de Asesoramiento Digital, destinado a fortalecer la capacidad tecnológica de las pymes turísticas o un Programa de Impulso a la Economía Circular en Turismo.
En cuanto a los trabajadores del sector, el propósito es avanzar desde un modelo basado en la temporalidad a otro sustentado en la estabilidad, a través de acciones como un Pacto por el Bienestar Laboral del Sector Turístico o del impulso a la formación dual en turismo.
En la parte referida a las medidas para los turistas, y para atraer a un visitante más responsable, consciente y participativo, se llevarán a cabo acciones de ‘marketing’ responsable que promuevan la diversificación geográfica, temporal y motivacional del turismo.


