Así lo denuncia la asociación Ámate, que en algunos casos las pacientes deben esperar tres, cuatro y cinco meses para operarse
Más de tres meses tienen que llegar a esperar muchas mujeres desde que se les detecta un cáncer de mama hasta el momento del quirófano.
Este tiempo puede llegar a prolongarse incluso hasta cinco meses desde que a una mujer o a un hombre se le detecta un bulto en el pecho y pasan por quirófano. Más de los 60 días que indican las estadísticas oficiales en muchos casos.
Un ejemplo es el de una mujer que se detectó un bulto en el seno que resultó ser un carcinoma infiltrante. Desde la primera consulta hasta su intervención pasaron más de cinco meses. Una larga espera en la que su tumor creció.
Una denuncia que la asociación Ámate llevó al Parlamento de Canarias y en la que también se hizo alusión, por ejemplo, al trato que sufren las pacientes del sur de Tenerife. En el sur de la isla no pueden recibir la quimioterapia, tienen que trasladarse hasta los hospitales del área metropolitana.
María del Carmen Bonfante, presidenta de Ámate, en esa comparecencia en la Comisión de Sanidad del Parlamento de Canarias, aseguró, entre otras cuestiones, que no se explica de dónde salen las estadísticas oficiales.