Repasamos otros vertidos contaminantes que se han producido en Canarias en los últimos años. La mayoría ocurrieron en Las Palmas de Canaria
Gran Canaria se ha puesto en el foco mediático regional, en las últimas horas, por una serie de vertidos que han contaminado las costas de Telde y Las Palmas de Gran Canaria. Sin embargo, este último incidente es casi insignificante si los comparamos con otros accidentes que dejaron vertidos contaminantes y que tuvieron consecuencias peores para el medioambiente.
En abril de 2015, el pesquero ruso ‘Oleg’, atracado en Puerto de La Luz y Las Palmas, con 1.400 toneladas de combustible en sus tanques, alerta de un incendio en la sala de máquinas. Ante un posible escoramiento de la nave se decide hundirlo a 25 km de la Costa de Maspalomas. A pesar de los esfuerzo por sellarlo, la fuga de fuel acaba afectando al litoral de varias islas.
En 2017, el puerto capitalino vuelve a activar su protocolo de emergencia. En este caso, el choque de un barco de pasajeros provoca el escape 63.000 litros de combustible. Ese mismo año, la rotura en una tubería de suministro obliga al GC declarar el Plan de Contigencias por Contaminación Marina Accidental. La utilización de barreras contribuyó a que el vertido quedara contenido dentro de la instalación portuaria.
El municipio tinerfeño de Güimar, también se vio afectado por un un vertido de fuel procedente de una lavandería industrial. Una situación que estuvo detrás del cierre de cuatro playas de Candelaria, Arafo y el propio Güimar. De los 30.000 litros vertidos, solo una pequeña parte de ese piche acabó llegando al litoral.
Un año más tarde, en 2018, la borrasca EMMA sucumbió nueve embarcaciones, entre ella esta gabarra en el Muelle del Gran Tarajal. Un acontecimiento catalogado de alto peligro medioambiental ante un posible escape de gasoil que finalmente no se produjo.
Tres años más tarde, en 2021, la borrasca filomena hizo encallar un catamarán en el Puerto de Las Nieves de Agaete, en Gran Canaria provocando un leve vertido de combustible.