La empresa eléctrica Endesa detectó una media de casi 10 casos por semana en el archipiélago
La compañía eléctrica Endesa, a través de su filial de redes e-distribución, detectó 536 fraudes eléctricos en los seis primeros meses del año en Canarias, lo que equivale a una media de casi 10 casos a la semana, según informó la empresa este martes.

Por provincias, el mayor número de fraudes en este período se detectó en Santa Cruz de Tenerife, con 330 y una energía defraudada de más 2,7 millones de kilovatios.
Datos por zonas
Los municipios con más situaciones irregulares descubiertos son Santa Cruz de Tenerife, con 57 casos; Arona, con 52; La Laguna, con 38; y Adeje, con 23, todos ellos en Tenerife.
En la provincia de Las Palmas, el número total de casos detectados en este primer semestre del año ascendió a 206, con 2,3 millones de kilovatios de energía defraudados.
Por municipios, el que mayor número de casos contabilizó fue Las Palmas de Gran Canaria, con 49; seguido de Puerto del Rosario (Fuerteventura), con 27; y de Arrecife (Lanzarote), con 21.
A nivel nacional, entre enero y junio, Endesa detectó más de 32.000 fraudes eléctricos, lo que equivale a una media de más de 175 casos diarios o más de siete a la hora, con un consumo de electricidad equivalente al de casi 117.000 hogares.
Un problema en aumento
Según señaló recientemente la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC), la manipulación de las instalaciones eléctricas para cometer fraude es un problema en aumento en los últimos tiempos que perjudica a todos los consumidores y genera riesgos para la seguridad ciudadana.
Detrás del fraude eléctrico «hay un riesgo evidente de electrocución e incendio que puede afectar no sólo al que realiza la manipulación de las instalaciones, sino a las personas que están a su alrededor», afirma Endesa en un comunicado.
En los últimos años, se registraron sucesos muy graves que provocaron heridos e incluso muertes por la alteración de las instalaciones eléctricas para el robo de electricidad. Por otro lado, el fraude eléctrico implica además un coste económico para todos los consumidores a través de la factura, y tiene efectos muy perniciosos sobre la calidad del suministro eléctrico.