El jurado no acepta la eximente de esquizofrenia que proponía la defensa del autor confeso del asesinato de una mujer en Guaza, Tenerife.
- El acusado del crimen de Guaza declara en el juicio que no recuerda nada de lo ocurrido
- Dos de los psiquiatras señalan que el acusado de matar a su vecina en Guaza actuó de forma premeditada
- El padre del acusado del crimen de Guaza asegura que su hijo tenía problemas mentales
- El guardia civil que interrogó al presunto asesino de Guaza describe al acusado
El Jurado Popular ha rechazado aceptar la eximente total o parcial de esquizofrenia al autor confeso de matar a su vecina en enero de 2022 en la localidad de Guaza, en el sur de Tenerife. El jurado da valor a las conclusiones de los peritos encargados por la Audiencia, en los que se reflejaba que el hombre fue consciente de lo que hacía. Aseguraron además que no se demostró que sufriera alteración mental alguna. Además, creen que la víctima no tuvo posibilidad de defenderse por estar dormida y las reducidas dimensiones de la habitación.

Pena de 20 a 25 años
Leído el veredicto, la Fiscalía y la acusación particular se han reafirmado en sus peticiones de penas de 20 y 25 años, respectivamente. Además, el Ministerio Público ha exigido una indemnización de 300.000 euros. La Acusación particular eleva esta cifra a 400.000 euros, 200.000 para cada hijo de la fallecida.
El letrado de la defensa ha anunciado que recurrirá el fallo y ha pedido que se aplique en todo caso la pena mínima.
Los peritos has sido clave
Para los peritos designados por la Audiencia Provincial, el joven era consciente de lo que hacía. Aunque aceptan que el hombre podía ser víctima de brotes psicóticos. Mientras, los encargados por la defensa iban en sentido contrario.
Otro de los psicólogos que intervino en el juicio a solicitud del Tribunal ha apuntado que el acusado puede ser víctima de procesos delirantes. La Guardia Civil ha dicho que la investigación se basó en la explicación “coherente” que les ofreció el padre.
Éste, les dijo que desde que había ingerido gran cantidad de MDMA en unos carnavales el estado mental de su hijo era preocupante. Aseguró que se negaba a hablar, a salir de la casa e incluso se había intentado quitar la vida en varias ocasiones.
Los peritos encargados por la Audiencia han dicho que el encausado nunca fue diagnosticado de esquizofrenia previamente ni tampoco tomaba medicación alguna. Por esto, señalaron que no se podía asumir que en el momento de cometer el delito estuviera condicionado por la enfermedad.

Los hechos
El asesinato tuvo lugar sobre las cuatro de la mañana cuando el joven salió de su casa, atravesó varios tejados y saltó el muro de la casa de la víctima, que en ese momento estaba durmiendo. Con un destornillador con punta de estrella le asestó hasta 21 puñaladas. Algunas sólo eran en realidad punzadas. Fueron mortales las clavadas en el pulmón.
Su hermano y el padre se percataron de que el hijo había salido de la casa porque, según dijeron, lo vigilaban ante el peligro a que se metiera en algún problema. La situación psíquica les había hecho esconder los objetos punzantes.
Lograron interceptarlo cuando volvía de nuevo a la casa y fueron a auxiliar a la mujer y llamar al 112. La ambulancia tardó casi media hora en llegar, pese a que el centro de salud se encuentra a apenas cinco minutos. No obstante, un perito señaló que dada la gravedad de las heridas, no se hubiese podido salvar su vida.
Los hijos de la víctima indicaron que los enfrentamientos entre las dos familias eran constantes porque el padre los había acusado de vender drogas. Desde hace años se repetían diversos insultos y encontronazos que hasta aquel momento no habían tenido gran trascendencia.