Este martes, a cinco días de la noche de San Juan, dos hogueras se quemaron de forma anticipada en el barranco que desemboca en la zona de El Bufadero
Por segundo año consecutivo, la tradicional celebración de las hogueras de San Juan en el barrio de María Jiménez, en la capital tinerfeña, se ha visto envuelta en una controversia entre vecinos y administraciones públicas. Este martes 18 de junio, a cinco días de la noche de San Juan, dos hogueras se quemaron de forma anticipada en el barranco que desemboca en la zona de El Bufadero, en un acto de protesta por las prohibiciones impuestas por las autoridades.
La decisión de adelantar la quema de las hogueras se produce tras la prohibición por parte del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife de realizarlas en vías y espacios públicos, parques, jardines, barrancos y playas. Además, aquellos que deseen encender una hoguera en un lugar permitido deben comunicarlo previamente al Consistorio.
El Ayuntamiento ha desvinculado los hechos de la quema tradicional de hogueras de San Juan, alegando que «ya es habitual que los usuarios de un bar de la zona tiren colillas al barranco y se prendan fuego los rabos de gatos». Sin embargo, fuentes vecinales confirman que la quema fue una acción premeditada por los residentes del barrio como respuesta a la prohibición de realizar las hogueras en el cauce del barranco.
La historia se repite
Esta situación no es nueva, ya que el año pasado ya se produjo un adelanto similar de las hogueras en María Jiménez como protesta por las mismas restricciones. En aquella ocasión, la indignación de los vecinos se desató al ver cómo operarios municipales retiraban los materiales apilados para las hogueras.
La tradición de las hogueras de San Juan en María Jiménez se remonta a muchos años atrás y forma parte de la identidad cultural del barrio. Los vecinos consideran que la prohibición impuesta por las autoridades atenta contra su derecho a celebrar sus tradiciones.