La periodista, que comió con Mazón el día de la tragedia, asegura que el president atendió llamadas durante la comida, pero no recuerda haber oído sonar su teléfono
La periodista Maribel Vilaplana ha llegado a primera hora de este lunes a los Juzgados de Catarroja, acompañada por un amplio despliegue de periodistas y fotógrafos. Su entrada al edificio judicial se ha producido sin declaraciones a los medios, bajo una estricta vigilancia de la Guardia Civil.
Vilaplana está citada a declarar este lunes ante la jueza que instruye la causa penal sobre la gestión de la dana del 29 de octubre de 2024. La Audiencia de Valencia dictaminó su citación para que “ofrezca detalles o matices de interés para la investigación”, especialmente sobre el proceso de toma de decisiones aquella tarde.
En el inicio de su comparecencia, Vilaplana ha confesado a la jueza que no se encuentra bien anímicamente, según fuentes judiciales presentes en la sala. De hecho, fue atendida el pasado sábado en un centro hospitalario por un cuadro de ansiedad, aunque regresó a su domicilio al final del día.
Detalles sobre la comida con el entonces president Mazón
Vilaplana ha relatado que la reunión con el president comenzó sobre las 15:00 (hora peninsular española) y que Mazón venía de un encuentro con los sindicatos. Según su testimonio, el president atendió llamadas y mensajes durante la comida, aunque ella no recuerda haber escuchado sonar su teléfono y afirma que lo vio más escribiendo que hablando. Aseguró que, si hubiera oído una llamada, le habría sugerido contestar, por lo que si no respondió, pudo haber colgado.
La periodista explicó que Mazón se levantó al menos una vez de la mesa para hablar con la consellera de Interior, Salomé Pradas, a las 17:37 (hora peninsular española). Añadió que, en general, lo vio más pendiente del móvil que de la conversación, y que no oyó ninguna mención a la dana, al Cecopi o a las lluvias.
Una cita sin sensación de urgencia
Según fuentes judiciales presentes en la declaración, Vilaplana explicó que la actitud de Mazón fue “distendida” durante toda la comida y que no percibió en ningún momento que tuviera prisa. Al salir del restaurante, ella misma le propuso acudir al estadio del Levante UD —club para el que trabaja y del que es consejera— para ver el derbi contra el Elche, una invitación que ilustra la normalidad con la que transcurrió el encuentro.
La periodista relató que ambos pasearon con normalidad hacia el aparcamiento y que no vio a ningún escolta ni miembros del equipo del president. Añadió que, si los había, pudo no darse cuenta de su presencia. Una vez en el parking, entró sola y, antes de pagar, volvió al coche porque se había dejado el tique dentro.
Vilaplana no ha podido entregar el tique del aparcamiento, como le había solicitado la jueza, pero se ha comprometido a facilitar la matrícula de su vehículo para que el juzgado pueda reclamar el documento a la empresa gestora. La instructora prevé oficiar esa petición en los próximos días.
Propuesta laboral durante la comida
Durante la comida, el president le propuso un puesto directivo en À Punt, oferta que Vilaplana rechazó. Según su relato, Mazón le pidió que le explicara su trabajo y hablaron sobre el uso del valenciano. Ella le comentó que le “enervaba” que no se usara más la lengua propia, a lo que el president respondió que no se sentía cómodo en valenciano; entonces, ella se ofreció a asesorarle en ese ámbito.
Durante el interrogatorio, las acusaciones preguntaron quién tomó la iniciativa de concertar la comida —Vilaplana afirmó que fue Mazón— y también cómo iba vestido el president. La testigo explicó que llevaba americana pero se la quitó para ponerse un jersey, aunque aclaró no saber si era el mismo con el que llegó más tarde al Cecopi. Reconoció sentirse incómoda ante la posibilidad de malinterpretaciones, aludiendo a que alguien podría insinuar que el president se desvistió en su presencia.
“No tenía la percepción de que pasase nada”
Vilaplana declaró que en València no llovía en ese momento y que no tenía conciencia de la magnitud del desastre, ya que en la universidad donde estudia su hija no se suspendieron las clases. Admitió además que, a las 17:39 (hora peninsular española), recibió un vídeo de las inundaciones en Utiel, pero no lo abrió, algo que, según confesó, le “atormenta” hasta hoy.
Fuentes judiciales confirman que Vilaplana mantiene un tono de profunda afectación emocional, pero también colabora con el proceso judicial. La periodista ha pasado por varios momentos difíciles durante la declaración, hasta el punto de que la jueza le ofreció parar en tres ocasiones, algo que Vilaplana rechazó. “Algún día podré respirar, dejar de tener pesadillas. No sabe lo que me duele que las víctimas piensen que yo puedo ir de víctima”, lamentó ante la magistrada. También reconoció que no entiende cómo Mazón pudo continuar la comida “como si no pasara nada”.
Según la investigación, Vilaplana estuvo con el entonces president de la Generalitat, Carlos Mazón, hasta al menos las 18:45 (hora peninsular española), mientras la comunidad vivía una de las peores catástrofes naturales de su historia, con 229 fallecidos. Su testimonio podría arrojar luz sobre las actuaciones del Gobierno valenciano durante las horas críticas de la emergencia.


