Juan Miguel Ramírez Delgado lleva un año obligado a vivir en una caseta de campaña porque no puede costearse un alquiler con su pensión de jubilación
Juan Miguel Ramírez Delgado es un jubilado de Hoya Andrea, en Las Palmas de Gran Canaria, que desde hace un año se ha visto obligado a vivir en una caseta de campaña debido a que no puede costearse un alquiler porque solo cobra 515 euros de pensión no contributiva. El propio Juan Miguel Ramírez solo pide «una habitación y no estar como un perro, tirado».
Además, este hombre padece Polineuropatía, un trastorno de los nervios periféricos que provoca la pérdida progresiva de masa muscular.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria le ha ofrecido cobijo en una casa durante 15 días algo que considera insuficiente, por ello Ramírez también ha solicitado al Cabildo de Gran Canaria una plaza en un centro sociosanitario debido a su enfermedad